El Rector de la Complutense analiza el binomio inmigración-delincuencia

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Puyol, explicó hoy en San Sebastián que el binomio inmigración-delincuencia no está avalado por datos reales y opinó que aunque "las detenciones aumentan en España, una parte significativa se debe a entradas o estancias irregulares y no a delitos". Puyol participó hoy en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV) en San Sebastián con una ponencia titulada "La evolución demográfica: impacto en el sistema económico", en la que se refirió a la importancia económica de la inmigración en España. El rector explicó que en España, en el año 2001, el 37% de las detenciones correspondieron a extranjeros y precisó que en ese mismo año "del total de extranjeros detenidos el 35% lo fue por entradas ilegales o estancias irregulares".

Puyol señaló sin embargo que esta visión optimista no le impide reconocer que el crecimiento de la inmigración va a generar nuevas tensiones o conflictos. El rector se refirió por otro lado a la aportación de los inmigrantes a la economía y manifestó que "algunas fuentes apuntan que la emigración aporta ya el 2,5% del PIB al conjunto de la economía española". Aseguró que la construcción y la agricultura son dos de los ámbitos que emplean más inmigrantes junto con la hostelería, el comercio y el servicio doméstico y matizó que el 15% de los trabajos en la economía sumergida está desempeñado por extranjeros, un porcentaje que triplica el valor de su participación en el volumen total de empleos. Puyol explicó que entre el 2004-05 y el 2040 habrá un período crítico puesto que se jubilan las generaciones nacidas en los años de la Guerra Civil por lo que a partir del 2041 se intensificará la caída de la natalidad y matizó que estos factores reducirán la población activa. "Ante una situación de este tipo, el recurso a una inmigración más cuantiosa parece imprescindible. Desde esta perspectiva, la inmigración hay que verla como una solución económica para los países desarrollados cuya demografía no es capaz de abastecer su propio mercado de trabajo", concluyó Puyol.