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Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Las empresas ignoran a las familias

Sólo un 7,3% cuenta con un programa de armonización entre vida laboral y personal, según un estudio del IESE

¿Quién no ha suspirado por disponer de más tiempo para su vida personal y familiar, en detrimento de agotadoras jornadas de trabajo que exceden los horarios convenidos? Pocos son, sin embargo, los que pueden permitirse un equilibrio racional y satisfactorio entre su profesión y su vida privada, como demuestra una encuesta reciente.

Ninguna compañía afirma poseer guardería dentro de su recinto de trabajo, mientras sólo un 31,3% dispone de restaurante

Según un estudio elaborado este año por María Nuria Chinchilla y Steven Poelmans, profesores del IESE de la Universidad de Navarra, tan sólo un 7,3% de las empresas españolas con más de 100 empleados ha implantado un programa de políticas familiarmente responsables. Si añadimos las que lo tienen en estudio y las que lo han diseñado, pero aún no lo han llevado a la práctica, el porcentaje se eleva al 19%. Un extenso 81% queda del lado de los que ni han empezado a estudiarlo ni lo practican.

Chinchilla no se anda por las ramas. 'La familia', asegura, 'es un nuevo colectivo afectado por la acción de las empresas, que se viene a añadir a los hasta ahora tradicionales: accionistas, clientes, proveedores y comunidades locales'. Para la profesora de Ética de Negocios, 'las compañías son responsables del desgaste personal y familiar de sus empleados, por lo que debemos considerarlas como agentes contaminantes del entorno, de la ecología humana'.

Para paliar ese deterioro, su propuesta es que las empresas se den cuenta de que 'no se pueden guiar solamente por la búsqueda del beneficio'. El cambio empresarial al que apuntan sus propuestas pasa por reducir el peso de los aspectos financieros en favor de una mayor consideración hacia las personas. 'Al fin y al cabo', argumenta, 'acaba por establecerse una relación directa entre la puesta en marcha de políticas familiarmente responsables y la productividad'. La autora del estudio está convencida de que cuanta más flexibilidad muestre la compañía hacia la vida personal de sus asalariados, mayor será su rendimiento.

'En la actualidad', prosigue Chinchilla, 'se enfrentan dos culturas en la dirección de las empresas: la de quienes dirigen por horario y, por tanto, se basan en la presencia pura de los empleados, y la de quienes dirigen por objetivos y, por consiguiente, se muestran más flexibles a que los trabajadores puedan disponer de tiempo para sus familias'.

Según el estudio del IESE, entre aquellas firmas que sí han puesto en marcha estos programas dos son los factores que más han animado la iniciativa: la presencia de un alto porcentaje de mujeres en la plantilla y la voluntad de crear un tipo de empleado 'comprometido y con deseos de crear nuevos y mejores productos y servicios'.

Entre las plasmaciones concretas de estas políticas, las más extendidas son las relacionadas con la flexibilidad en el tiempo, destacando la ausencia por emergencia familiar (un 81,3% de las empresas la contemplan), la flexibilidad en los días de permiso (67,3%), el tiempo libre para formación (55,3%) y la excedencia para cuidar hijos pequeños (54%). Por el contrario, las 'políticas de servicios' son las menos arraigadas: ninguna empresa afirmó poseer guardería dentro de su recinto de trabajo, mientras sólo un 31,3% dispone de restaurante.

Para los dos autores de la encuesta, la conclusión es incuestionable: 'Es preciso crear una relación entre la empresa y los empleados que vaya más allá de un contrato estrictamente económico, trabajo a cambio de sueldo'. Y aún hay un matiz más: no basta con que el programa de apoyo familiar esté escrito en un papel, sino que es preciso, por un lado, que los responsables de recursos humanos lo comuniquen más claramente a los empleados y, por otro, que los directivos intermedios adquieran un compromiso activo en su cumplimiento.

Entre las firmas pioneras en España en poner en práctica una política familiarmente responsable se encuentra Sanitas. Han pasado ya 10 años desde que empezó a hacerlo y, a decir de su director de recursos humanos, Jaime Pereira, 'el equilibrio entre trabajo y familia se encuentra ya plenamente incorporado en la cultura de la compañía'. Entre las medidas adoptadas están la libranza los viernes por la tarde, 29 días laborables de vacaciones, la instalación de un gimnasio en la sede de Madrid, la puesta en marcha de cursos contra el estrés, la formación de diversos equipos deportivos, el cumplimiento estricto de los horarios fijados para que nadie se vaya más tarde de la hora asignada y la creación de espacios de trabajo cómodos y luminosos. Según Jaime Pereira, 'las encuestas de clima laboral nos dicen que todo ello redunda en un mayor rendimiento personal, un incremento de la productividad y, al final, una mejora en la cuenta de resultados'.

Vodafone España exporta su política

Una de las compañías más comprometidas en la política de equilibrio entre vida profesional y personal en España es Vodafone. Su experiencia viene de cuando, siendo Airtel, aún no había sido adquirida por la multinacional de telecomunicaciones. Según María Nuria Chinchilla, a los nuevos directivos que desembarcaron tras la compra el programa les pareció tan encomiable que han empezado a exportarlo al resto de filiales extranjeras. Vodafone ha sido, precisamente, la ganadora del Premio Empresa Flexible del IESE en la edición de este año. Entre las medidas adoptadas está el aumentar a cinco los dos días de permiso que establece la ley para el nacimiento de un hijo y para la efectividad de una adopción. El periodo legal de baja por maternidad también ha sido ampliado, de 16 a 18 semanas. Además, van más allá del Estatuto de los Trabajadores en cuanto a permisos por hospitalización de familiares, casos en los que conceden cuatro días sin exigir que la enfermedad del pariente sea grave o medie un fallecimiento. Ampliación del periodo de lactancia, excedencia para el cuidado de familiares o ayudas económicas a guarderías son otros capítulos en los que Vodafone ha decidido ir más lejos que las propias leyes.

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