Conveniente o imprudente
Atendiendo a la rivalidad entre los dos grandes, el fichaje de Morientes por el Barça sería una noticia de impacto, y más si se recuerda que el último futbolista del Madrid que recaló en el Camp Nou fue Luis Enrique. Más frecuente y numeroso ha sido el desfile de azulgranas al Bernabéu, especialmente en los últimos años, empezando por Schuster, pasando por Laudrup y acabando por Figo. Desde el punto de vista publicitario, el Barça conseguiría consecuentemente el golpe de efecto que necesita para recuperar un peldaño en la jerarquía perdida. En un momento delicado para el club, a Gaspart le vendría de perlas poder decir a su socios que el dinero que queda en la caja le alcanza para traerse al delantero centro internacional del Madrid, un anuncio que, cuanto menos, suena bien.
La operación reforzaría al Barcelona, pero no necesariamente debilitaría al Madrid, no al menos hasta el punto de provocar un cambio de poderes, como ocurrió con Figo. Los términos de la negociación ratifican la autoridad del Madrid como entidad con independencia de la suerte que corra su equipo. Gaspart no le quitaría a Morientes a Florentino sino que sería el Madrid el que dejaría ir al jugador sin poner reparos a su llegada a Barça, y ya puestos a buscarle retranca al asunto se podría decir que el Barcelona ayudaría a financiar de alguna manera el posible fichaje de Ronaldo por el Madrid con el dinero del 9 español. Morientes, al fin y al cabo, está a disgusto en el Bernabéu y el Madrid le busca equipo, y más después de la irrupción de Portillo, del ofrecimiento de Ronaldo y la disponibilidad de Guti. Atendiendo a las negociaciones en curso, Morientes se quedó sin Supercopa.
Pero en la misma medida que el Madrid se puede sentir aliviado, el Barça complacería a la hinchada que le reclama un goleador, y más tras la salida de Rivaldo, y satisfacería a Van Gaal, que pide un ariete. Aún cuando se negociaba con Crespo, Jardel, Hasselbaink, Luque o Tristán y se rechazaba a Ronaldo, Van Gaal siempre ha tenido un ojo puesto en Morientes. Lo quiere sobre todo para presionar a Kluivert, que vive tan pancho, sin competencia, independientemente de los goles que marca y de los que falla. Van Gaal difícilmente cambiaría el dibujo, a la manera de Holanda, donde Kluivert jugaba por detrás de Hasselbaink, pues ya dijo que para atacar de cara tiene a Saviola, Riquelme, Luis Enrique y Geovanni, mientras que para jugar de espaldas sólo cuenta con uno, aunque es el mejor: Kluivert. Por lo que parece, Morientes no le quitaría el puesto a nadie sino que sería complementario o alternativo. No se asocia ni descarga para la segunda línea, pero sabe aguantar y trabajar a la zaga rival y además el equipo gana remate y gol, cosa que no aporta Dani. Así las cosas, a Morientes también le conviene la operación.
El problema es entender por qué el Barça antepone Morientes a Ronaldo, lo que quiere decir que prefiere estar a buenas que a malas con el Madrid.
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