El Madrid frente a la maldición

'Parece que existe una maldición sobre el campeón de Europa', dijo ayer Vicente del Bosque, 'y nosotros esperamos romperla'. Hoy, en el estadio Luis II de Mónaco (20.45, TVE-1), el Madrid se enfrentará al Feyenoord, holandés, para volver a intentar ganar la Supercopa europea en su primer partido oficial tras las vacaciones. Se trata del título que desde 1974 enfrenta al ganador de la Copa de Europa con el de la Recopa, primero, y el de la Copa de la UEFA, después. El mismo que el Madrid perdió en 1998 ante el Chelsea y en 2000 ante el Galatasaray. El único trofeo que no luce en las vitrinas del Bernabéu y el primero de los cinco que marcarán la temporada blanca.

'Sólo me preocupa una cosa', dijo hace unos días un técnico madridista, 'y es la situación de algunos jugadores'. Los problemas emocionales de algunos, metidos de lleno en especulaciones sobre fichajes, más que la falta de preparación física inherente a agosto, es el primer obstáculo del Madrid. El malestar de Morientes, que se ha sentido maltratado por el club, utilizado como moneda de cambio en el improbable fichaje de Ronaldo, es el ejemplo más franco de la inestabilidad anímica de un vestuario de estrellas. Tras Morientes, sus amigos, Raúl, Figo, Hierro..., perciben que su reino flaquea cada vez que leen en la prensa que el Madrid está dispuesto a vender al delantero.

Del Bosque confesó ayer una reunión con los futbolistas para intentar calmarlos: 'Les he pedido que dejen los intereses particulares a un lado y se concentren en la Supercopa como primer objetivo'. El técnico no quiso hablar de hipotéticas altas y bajas y se limitó a definir su trabajo: 'El entrenador está para entrenar a los jugadores que le pone el club; esto es, orientarlos, motivarlos, situarlos y elegirlos para los partidos'. En este sentido, el duelo de esta noche tiene un atractivo especial. Del Bosque deberá poner en práctica sus ideas. Hoy desvelará el portero titular: César o Casillas. También decidirá si su medio campo estará compuesto por Cambiasso y Makelele, aunque no descarta otras variantes, con Zidane en la media punta y Solari por la izquierda. En la delantera queda por saber cuántos minutos tendrá Portillo en su competencia con Morientes.

El Feyenoord es un equipo muy compacto en la presión, eficiente en los marcajes y poco imaginativo en el ataque. Está bien organizado en torno a un centro del campo formado por el japonés Ono y el internacional holandés Bosvelt. Abre el campo con dos extremos, Emerton y Lurling, y remata con Kalou y Van Hooijdonk, dos puntas corpulentos.

Real Madrid: Casillas; Michel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Makelele, Cambiasso, Zidane; Raúl y Morientes.

Feyenoord: Zoetebier; Gyan, Van Wonderen, Paawe, Rzasa; Emerton, Bosvelt, Ono, Lurling; Kalou y Van Hooijdonk.