EL AÑO DE LA ILUSIÓN
Los verdiblancos sueñan con repetir sus éxitos en Europa
Europa. Ésta ha sido la palabra más repetida desde que allá por mayo el Betis que entonces entrenaba Juande Ramos lograra hacerse con uno de los puestos que llevaban a la Copa de la UEFA. El sueño del Eurobetis se gozaba de nuevo después de años de bastantes sinsabores y contadas alegrías. Para dirigir esta nueva aventura europea, el presidente del club, Manuel Ruiz de Lopera, no dudó en dejar en la estacada a quien había situado al equipo entre lo más granado de la Liga, Ramos, y cumplir uno de sus recurrentes sueños: hacerse con los servicios de Víctor Fernández.
Lopera entregó a Víctor el mismo bloque que tan buenos réditos le había dado a su antecesor y, además, le concedió dos regalos: el centrocampista brasileño Marcos Assunçao, jugador al que Fernández pretendía desde su etapa en el Celta, y a Alfonso, del que el técnico asegura que se encuentra como 'un chaval de 17 años ante su gran oportunidad de jugar en Primera' y con el que Lopera mantiene desde hace muchos años una intensa relación de amor-odio.
Con dos temporadas por delante, Víctor tiene el mandato de, al menos, dejar al Betis donde lo encontró. Para ello cuenta con la promesa de disfrutar de la misma tranquilidad de la que gozó Juande Ramos en la parcela deportiva, aunque siempre bajo la supervisión del secretario técnico, Luis del Sol, y, sobre todo, de no verse sacudido por los incontables líos extradeportivos que marcaron otras épocas pasadas.
Con Lopera recluido en un voluntario silencio y con jugadores como Joaquín, Denilson, Juanito, Assunçao, Capi o Alfonso, una mezcla de juventud y veteranía, el nuevo técnico podrá revivir sin mucha dificultad las buenas tardes de fútbol que ofreció cuando dirigía al Celta. Condimentos no le faltan, aunque el desembolso en refuerzos haya sido escaso. Y esta opinión es compartida por la mayoría de los aficionados, que, a tenor del incremento que ha experimentado el número de socios, ansía poder asistir a las espectaculares primeras funciones que les aguardan ante el Madrid y el Barcelona nada más dar comienzo el campeonato.
LAS CARAS
: EL HIJO PRÓDIGO A sus 31 años de edad, Alfonso encara su última etapa como profesional. Y lo hace de nuevo en el Betis, al que regresa por tercera vez. Su calidad, unida a la necesidad que tiene de resarcirse de su etapa barcelonista, invita a la ilusión de los béticos, que sueñan con la pareja que formará con Joaquín.
ASSUNÇAO: ORDEN Y TRABAJO El internacional brasileño llega al Betis con el aval de haber sido titular en el Roma de Fabio Capello. Pretendido por Víctor Fernández desde hace mucho tiempo, este centrocampista de 26 años destaca por su capacidad de trabajo, su fijación por el orden y su potente disparo, letal en las faltas.
JUANITO: LA MURALLA Junto con Rivas, deleitó la pasada temporada formando uno de los dúos de centrales más solventes de la Liga. Su seriedad, su entrega y su calidad han convertido a este canterano en una pieza imprescindible en el cuadro verdiblanco. Tanto que Iñaki Sáez ya le ha hecho debutar en la selección española.
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