'SOY UN ETERNO INSATISFECHO'
Campeón de Liga a sus 42 años, Rafa Benítez, hombre 'analítico' y 'eterno insatisfecho', como se define, afronta una temporada más difícil si cabe que la anterior. El reto es consolidarse en Primera, además de demostrar que el éxito del pasado año no fue una casualidad.
Pregunta. A pesar del título, da la impresión de ser un desconocido, un misterio, para la gente.
Respuesta. No, la gente me conoce. Pero no es lo mismo llevar muchos años en Primera que estar entre dos aguas, entre Primera y Segunda, como fue mi caso hasta que firmé por el Valencia.
P. ¿No cree que soporta demasiados prejuicios?
R. Lo que ha habido es desconocimiento. Empecé a jugar al fútbol con 11 años. A los 26 me retiré y comencé a entrenar. Es difícil encontrar a gente más metida que yo en el mundo del fútbol. Habrá entrenadores más o menos populares porque han jugado en equipos de élite, pero yo me siento perfectamente integrado en el fútbol. Otra cosa es que tienes una vertiente, la de haber estudiado una carrera [Educación Física] que te permite tener otra visión.
'Baraja supuso un cambio total. Nos permitió tener mucho más el balón'
P. Siempre ha cargado con la fama de teórico excesivo.
R. A veces hay gente que no maneja la teoría y que desprecia a los que tienen una base científica o teórica. Hay que saber conjugar la teoría y la práctica.
P. ¿Entre un gran dibujo y un gran jugador anárquico?
R. Buscaría un término medio. Yo estoy en contra de las teorías que hablan de fútbol directo o de fútbol exclusivamente de toque. Hay que elegir en cada momento la opción más conveniente.
P. Un futbolista como Rivaldo, con fama de anárquico, ¿tendría sitio en su equipo?
R. Sí, pero son pocos los jugadores que merecen este tipo de debate. Por desgracia, cada vez hay muchos menos chavales con necesidad de llegar arriba por muchas razones: porque hay muchos más deportes, más nivel económico...
P. ¿Cómo se definiría como entrenador?
R. Soy trabajador, como la mayoría de los entrenadores. Soy bastante analítico. Me gusta analizar qué puedo sacar a mi futbolistas y convencerles de que se puede mejorar cada día. No creo eso de que en el fútbol está todo inventado y que los jugadores con experiencia no tienen nada que aprender.
P. ¿Le impresionó dirigir a un equipo que había llegado a dos finales de la Copa de Europa?
R. Me hacía gracia cuando hablaban de mi currículo. El historial de los entrenadores en los periódicos sólo refleja los títulos y los títulos sólo se pueden conseguir con equipos importantes. Siempre dije: 'Dejadme tiempo con el Valencia porque conseguiremos títulos'. Tenía mucha confianza. Bartual, que había estado conmigo en el Tenerife, me había dicho que la plantilla es muy profesional. Y es verdad. La mayoría son muy buenos profesionales.
P. Es un equipo con fama de defensivo.
R. Sí, la mentalidad inicial era defensiva. Las características de algunos jugadores te condicionan, pero también terminamos siendo uno de los equipos más ofensivos.
P. ¿Cómo es posible que diga eso cuando su máximo goleador, Baraja, sólo marcó seis goles?
R. Pero hemos repartido los goles. Seremos el equipo con un mayor número de futbolistas que han hecho gol, porque teníamos mucha llegada y alternativas. Hemos perfeccionado los aspectos defensivos respecto a los años anteriores, pero siempre hemos buscado la portería contraria. Nos ha faltado acierto, porque en remates y centros hemos sido de los primeros.
P. El Valencia supone un cambio en la tendencia de la Liga, que en los 15 últimos años siempre premiaba al máximo goleador.
R. Nosotros no pretendemos ser un equipo ultradefensivo: quisimo marcar muchos goles, pero nos faltó precisión.
P. ¿Habría sido campeón el Valencia sin Baraja?.
R. Es difícil saberlo. Baraja supuso un cambio total. Nos permitió manejar más el balón en el medio campo, nos permitió colocar a Aimar por delante y buscar una sociedad entre ellos. Ahora bien, el equipo ya tenía una mentalidad ganadora. Con Baraja ganamos el punto de calidad necesario y también en alternativas.
P. ¿Quién fue más importante: Baraja o Aimar?
R. Los dos, porque son complementarios.
P. Sin embargo, se le achacaba una desconfianza hacia Aimar.
R. Eso es lo que aparecía en la prensa. No es cierto. Siempre he tenido confianza en Aimar, pero había que analizar algunas circunstancias: él iba a jugar con la selección, lo que siempre es un problema para volver a integrarse. Desde el principio he sabido que es un gran jugador, pero tenía que pasar un periodo de adaptación al fútbol europeo. Además, no es culpable de lo que se pagó por él [el Valencia pagó al River Plate 24 millones de euros]. Esa ansiedad y esa presión había que quitársela.
P. Es el caso de un jugador con un nivel altísimo de autoexigencia.
R. Sí. Es un jugador muy responsable y siempre quiere hacerlo perfectamente.
P. ¿Es mejor jugador ahora que hace un año?
R. Es mejor para el tipo de fútbol que se practica en España y en Europa. El ritmo con el que se juega en Suramérica no tiene nada que ver. Él es muy receptivo.
P. Hubo un partido en Vallecas con pinta de decisivo. Allí puso a Marchena y De los Santos. ¿Eso no es un mensaje?
R. No. Estábamos condicionados por tener a muchos jugadores con sus selecciones y a otros lesionados. Vallecas es muy peculiar por sus dimensiones. Y esa apuesta no era mala hasta que nos metimos un gol en nuestra portería.
P. ¿Qué ha aprendido este año?
R. Que la paciencia para tomar decisiones es una virtud muy importante. Otro punto fundamental fue la resistencia a no dejarnos influir por el entorno.
P. Tras ganar el campeonato, ¿tiene otras perspectivas como entrenador?
R. Te sientes más tranquilo. Sólo puedo decir que soy un eterno insatisfecho. No me conformo con una Liga.
P. ¿Qué carencias tiene el Valencia?
R. Nesitaríamos alguien con experiencia para el lateral derecho. Sólo disponemos de Curro Torres para cuatro competiciones. Pero tengo una plantilla con muchos jugadores de notable hacia arriba.
P. ¿Es posible repetir un título sin un delantero que marque de 15 a 20 goles?
R. A mí no me gustaría repetir el título así. Preferiría tener arriba gente de 15 a 20 goles. Pero se puede conseguir, aunque será más difícil porque nos conocen mejor.
P. Esta temporada sin apenas mercado, ¿cómo la ve?
R. Estaremos arriba los de siempre, quizá con el añadido del Betis, que me parece un equipo muy interesante.
P. ¿Ve al Madrid envejecido?
R. Para mí es un gran equipo. Tiene un potencial enorme.
P. Salió del Madrid para recorrer mundo. ¿Para terminar en el Madrid?
R. Sé que no haber sido un jugador de élite dificulta más el acceso a equipos importantes. Ahora tengo la suerte de estar en el Valencia y me gustaría estar muchos años, porque creo que los entrenadores necesitamos estabilidad. Pero ya veremos. Ojalá tenga ocasión de ir a otros equipos grandes.
P. ¿Cuál ha sido el equipo que más le ha impresionado?
R. El Milán de Sacchi, sin duda. Se acercó a la perfección, con el balón y sin él.
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