Datos increíbles

Me decido a escribirles, ya que me resultan irrisorios los datos de satisfacción que dan del parque temático Warner de Madrid. El que la satisfacción sea de un 62% no se lo creen ustedes ni con dos botellas de alcohol. Leído en página web de San Martín de la Vega.

Tuvimos la desgracia de comprar tres entradas infantiles y dos de adultos para el puente del 15 al 18 de agosto de 2002, y nunca nos sentimos más humillados, estafados, engañados, maltratados, etcétera, que en estos días, tanto en el traslado como en la estancia y vuelta de ese que llaman parque de ocio.

Y si no, lean: 1. El traslado al parque aconsejado en tren de cercanías es inhumano, tercermundista; asqueroso. No entiendo que en el 2002 se pueda aconsejar a nadie viajar en las condiciones que lo hace Renfe, tratándonos como ovejas o cerdos que van al matadero.

Pero de Renfe sí me lo esperaba, lo que no comprendo es que una compañía como la Warner pueda aconsejar esta forma de traslado a su parque (después de dos días sí lo comprendería, ya que no sé quién es peor).

2. Íbamos con las entradas compradas por una agencia de viajes, por lo que creíamos que entraríamos directamente. Pues no, nos encontramos colas para comprar entradas de más de 400 metros. Pero como yo las llevaba intentamos entrar, y una empleada nos dice que hay que canjearlas en otra taquilla. Llegamos a esa taquilla a las 11.00 con una cola de más de 200 metros.

Por supuesto para calentar un poco la cosa 'todo el mundo al sol', ni una maldita sombra, ¿para qué si somos personas? Por cierto, ese puente se llegó en Madrid a 36º a la sombra. Bueno, pues, a las 12.15 llegué a la ventanilla, con tan buena fortuna que se rompe el ordenador y tuve que esperar otros 20 minutos a que lo arreglaran, ya que la señorita era incapaz de sacar las entradas en el ordenador de al lado.

3. Me dan las entradas (para los dos días, para evitar lo mismo el día siguiente). Por cierto que antes de entrar quise evitar el volver al día siguiente, ya que no me estaba gustando nada lo que estaba pasando y no quería volver, pero me dicen que no se puede devolver las entradas una vez que las has comprado.

Entonces nos vamos para entrar y de nuevo a una cola de unos 50 metros (ya estábamos ganando metros). Por supuesto, al sol.

4. Por fin entramos a las 13.45. Y allí, imaginaros: ¡colas de una hora, dos horas y hasta tres horas y media en las atracciones! ¡Y, por supuesto, sin una puñetera sombra! Todos al sol a ponerse morenitos.

5. Como vimos el plan decidimos darle de comer a los niños y nos dimos cuenta de la ineptitud,la ignorancia de los que servían y de la inhumanidad de los responsables de esto que llaman parque de ocio: ¡colas de más de 20 metros que tardaban horas en atenderte para comer!

Era increíble. Sólo voy a comentar que pudimos comer a las 19.15 y no es broma, sin poder beber agua ni refrescos, ya que en los pocos sitios que había las colas eran horribles. Únicamente podíamos beber en los aseos. ¡Vaya parque de ocio!

6. Todo este tiempo se comprende que lo perdimos en diversión, ya que los niños tenían que comer y no pudieron disfrutar de ninguna atracción.

7. La vuelta a Madrid ni la comento, únicamente repetir lo anterior, pero multiplicado con 15 horas de miles de personas al sol sudando y metidas en un tren como sardinas en lata.

8. Al día siguiente repetir desde el punto 1 al 7.

Lo que no entiendo es que no haya un organismo que no dé apertura a esto hasta que esté preparado. ¡Cómo dicen que el 62% de personas están contentas! Me gustaría que el responsable de este engaño que es el parque, el de Renfe y el de las encuestas estuviese un solo día como personas normales en un traslado y disfrutara de la forma de entrar en el parque, de las atracciones, de las comidas y de las bebidas.

De esa forma se darían cuenta de lo que verdaderamente opina la gente de ese parque inhumano. Encima tienen la desfachatez de prohibir la entrada de comida y bebidas.

No entiendo cómo pueden jugar con la ilusión de los niños, jóvenes y adultos que íbamos a disfrutar unos días con nuestros niños.

No he visto en mi vida una forma de ganar dinero más baja que la que he visto en este maldito puente de agosto, ya que las entradas no son nada baratas.

Como siempre todas estas quejas irán a la basura, pero antes ya me encargaré de difundirlas en todas las entidades pertinentes (OCU, FACUA, Secretaría de Turismo, revistas, agencias de viajes...), ya que si puedo evitar a alguien lo mal que lo pasamos los que allí estábamos me alegraré, ya que a mí me habría gustado que me lo hubiesen advertido.