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Crítica:LAS SUPERNENAS. LA PELÍCULA | CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Para públicos entregados

En 1998 hicieron su aparición en el canal de pago estadounidense Cartoon Networks, tres criaturas entre adorables e insoportables, aunque eso sí, megapoderosas, que en el universo hispanohablante fueron bautizadas como Pétalo, Cactus y Burbuja, pero más conocidas por Las Supernenas. De su éxito fulminante pueden ser un buen dato tanto sus varias nominaciones para los Emmy, los más prestigiosos premios televisivos americanos, como su inmediata aceptación por parte de los programadores televisivos de medio mundo..., que es la razón última por la que ahora debemos enfrentarnos a sus aventuras en la gran pantalla.

Según dicen los papeles, lo que la película cuenta es lo que en la jerga de la industria se denomina una 'precuela', vale decir, una hipótesis de nacimiento de unos personajes que el público conoce, en realidad, por sus andanzas cronológicamente posteriores: recuerde el lector, entre otros ejemplos similares, la serie televisiva sobre los años mozos de Indiana Jones.

LAS SUPERNENAS. LA PELÍCULA

Director: Craig McCracken. Intérpretes: filme de animación. Género: animación fantástica. EE UU, 2002. Duración: 70 minutos.

Pero a la vista del adulto que esto firma, para quien probablemente no está pensada, ni hecha, la película, la peripecia que cuenta, con muchísimo ruido, un ritmo frenético y una grosera parquedad en la historia (la manipulación a que somete un perverso mono, Mojo Jojo, los buenos sentimientos de las tres superheroínas para desviar malvadamente sus poderes y establecer sobre la ciudad un reino de terror), no deja de ser una peripecia más de rupturas del orden público y piadosa restitución de la situación de partida. Y con moraleja incluida, como no podía ser de otra manera: ay de las niñas que no estén atentas a las sabias enseñanzas de su progenitor..., aunque éste sea, como aquí, un científico loco y pasablemente despistado; un más bien improbable, impresentable, padre de familia.

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