Maestro del ballet moderno
Quizás la única comparación formal posible entre MC y otros grandes coreógrafos del ballet moderno fundacional del siglo XX es que se ha interesado siempre por trabajar con los músicos y los pintores vanguardistas de su tiempo. Lo mismo que hizo Martha Graham, sobre distintos presupuestos estéticos, con Isamo Noguchi y otros. La colaboración con el compositor John Cage en el terreno sonoro se complementa en el estilo de MC con la de pintores importantes en los decorados y los trajes. A partir de la temporada de verano de 1953 en Black Moutain College, ya con su propia compañía fundada, Cunningham inicia una serie de largas colaboraciones, hasta hoy, con los más importantes artistas plásticos norteamericanos y protonorteamericanos, es decir, representativos de la abstracción plástica, tanto formalista como informalista.
Cage y Cunningham rechazan las nociones convencionales de la 'obra de danza' y su planificación convencional, así que los decorados forman parte, al menos en teoría, de una obra nueva con propósitos nuevos y rupturistas. En algunos casos experimentales, Cunningham provocó que todos los factores que componen la obra (música, lectura coréutica, trajes, luces y decorados) no se encontraran ni confrontaran hasta el mismo día del estreno. Este tipo de improvisación ha pasado a la historia de la danza moderna, ha provocado decenas de interpretaciones y se encuentra entre los códigos icónicos de la danza posmoderna internacional.
En Black Moutain College aparecieron en la trayectoria de Merce nombres como Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Frank Stella y Andy Warhol. A esto hay que añadir la labor gráfica del propio coreógrafo, interesado en el ordenador, las líneas geométricas y la abstracción visual de conjunto. La intuición de Merce para escoger a los pintores le llevó luego a Pons y a Roy Linchestein, y con Jasper Johns hizo cuatro de sus más importantes piezas dentro del centenar que componen su repertorio propio: Walkabout Time, Re-run, Borst Park y Un jour on deux.
Lo importante es que en la colaboración con estos artistas pintores adquiere fuerza la idea de un arte nuevo con nuevas formas y también nuevos apoyos, intentando despegarse (y hasta negar) con fuerza del pasado y sus referencias. El abstraccionismo de la costa este norteamericana, el pop-art neoyorkino más radical y el neogeometrismo (Stella, Pons) son, sumariamente, la plástica más coherente con el estilo y el vocabulario ideado por Cunningham, basado justamente en eludir cualquier compromiso descriptivo y recreado en los límites del impulso corporal naturalista. Merce acude a la coreografía virtual dentro de la irreal pantalla/escenario informático.
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