Las tensiones internas en el PP replantean su papel en el Fòrum

La sacudida que la reestructuración del Gobierno provocó en el PP catalán -cambio de cartera de su hombre fuerte, Josep Piqué, y desembarco de éste en Cataluña- ha acabado contagiando al Fòrum 2004. La interinidad dentro del partido ha creado un vacío en la representación del PP y del Gobierno en el evento y ha añadido nuevas sombras sobre su actitud ante el Fòrum por el choque de intereses entre los principales dirigentes del PP catalán. El aún presidente regional y próximo alcaldable, Alberto Fernández, acusó ayer al alcalde de Barcelona, Joan Clos, de convertir el Fórum en una 'máquina publicitaria' a su servicio.

Hasta julio, y después de constantes vaivenes, el compromiso del PP y del Gobierno parecía claro: apoyo al Fòrum a través de la cartera de Asuntos Exteriores, que es la que mayor impulso podría dar al evento y que contaba además con un titular catalán: Josep Piqué. No obstante, el cambio de Gobierno generó un nuevo escenario. Piqué ya no está en Asuntos Exteriores, sino en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y el hasta ahora líder del partido en Cataluña, Alberto Fernández, será relevado de su puesto para convertirse precisamente en candidato a la alcaldía de Barcelona.

En este nuevo escenario, el papel del Gobierno y del partido aún no se ha despejado. Por una parte, Piqué ve en el evento una buena oportunidad para reforzar su proyección si como está previsto encabeza la lista del PP en las autonómicas: como hombre del Gobierno en el Fòrum se situará en el mismo plano que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos. En cambio, para Fernández Díaz, alcaldable en Barcelona y rival interno de Piqué en el PP, cualquier contratiempo en la organización del evento refuerza a la oposición municipal y, por tanto, sus propias expectativas electorales.

Críticas

La nueva situación se ha explicitado de inmediato: a principios de agosto, el portavoz municipal del PP, Jordi Cornet, montó en cólera por dos concursos abiertos por la empresa municipal Infraestructuras 2004. Y ayer fue el propio Fernández Díaz quien, en declaraciones a Europa Press, se expresó en términos muy críticos con los preparativos del evento al acusar al alcalde de Barcelona, Joan Clos, de utilizar el Fòrum como 'una máquina publicitaria' a su servicio.

Fernández Díaz señaló sin tapujos que a su juicio el Fòrum es, por ahora, 'un proyecto carente de ilusión y confuso de contenidos'. Y añadió que el alcalde 'lo aprovecha como una oportunidad de hacer gasto publicitario para promoción personal'. El político acompañó estas críticas con un diagnóstico claramente de precampaña electoral: 'La ciudad', dijo, 'necesita una renovación en su gobierno municipal'.

El PP anunció la semana pasada que tiene previsto elevar una queja formal en la próxima reunión del Consejo de Administración de la sociedad municipal Infraestructuras 2004, por la premura con que ha convocado dos concursos para hacer una investigación de mercado y un vídeo promocional del Fòrum 2004.

Las críticas se mezclan con la indefinición sobre los cargos institucionales correspondientes al Gobierno y al PP en el Fòrum. Jaume Pagès, consejero delegado del evento, ya tuvo dificultades cuando accedió al cargo, el pasado abril, para encontrar un interlocutor claro del Gobierno. Hasta ese momento la relación del Fòrum con Madrid había pasado por el Ministerio de Cultura, a través del subsecretario Mariano Zabía, un funcionario de larga carrera -ex alto cargo con el PSOE-. Sin mover a Zabía de una de las vicepresidencias, Pagès pidió un interlocutor de rango superior y el Ejecutivo designó al titular de Asuntos Exteriores, Josep Piqué.

La elección de Piqué se justificó porque el Gobierno iba a encargarse de la promoción y los contactos en el extranjero del Fòrum. Pero tras el baile de cargos de julio, esa argumentación ha quedado en suspenso: si era cierta, entonces Pagès debería entenderse ahora en teoría con la ministra Ana Palacio; aunque se da por hecho que Piqué seguirá como el hombre del Gobierno en el Fòrum, ahora desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

No es éste el único vacío institucional que afecta al PP. La marcha, el pasado junio, de Santiago Fisas del Ayuntamiento ha dejado vacante su puesto en el Consejo de Administración del Fòrum. Fisas será sustituido por el nuevo presidente del grupo, Emilio Álvarez, pero éste no podrá ser nombrado oficialmente hasta diciembre. Además, la interinidad se prolongará todavía unos meses porque tras los comicios municipales de mayo el cargo lo asumirá previsiblemente el nuevo jefe de filas del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz.