Los valores tradicionales se sustituyen en la sociedad por otros más individualistas, según una encuesta mundial España es más europea que latina, según la directora del Latinobarómetro

Los valores tradicionales están siendo sustituidos en la mayoría de las sociedades por otros basados en el individualismo, según se desprende del avance de los resultados de la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey) de 2000, que fue presentado hoy por Juan Díez Nicolás, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense, y José Ramón Torregrosa, catedrático de Psicología Social de la misma universidad, quienes también hablaron sobre los resultados de la encuesta de 1995.

De esta forma, la Encuesta Mundial de Valores, que se lleva realizando desde 1990, pone de manifiesto que en todas las sociedades, se cual sea su nivel de desarrollo económico, político o social, se observa una tendencia a que los sistemas de valores tradicionales, basados en la economía de subsistencia, están siendo sustituidos por otros valores que tienden a enfatizar el individualismo y la autoexpresión, a medida que la población se beneficia de mayores niveles de seguridad personal y económica.

Según explicaron ambos expertos en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid, el nuevo sistema de valores, adoptado en mayor medida por los más jóvenes y los de mayor nivel educativo, pone más énfasis en la calidad de vida, en las relaciones personales, en el individualismo, en la tolerancia y en la autoexpresión, y tiende a desprenderse de los valores de autoridad, motivación de logro, y en general de los valores que caracterizaron a la sociedad industrial, entre ellos los valores religiosos tradicionales. "La mayor parte de las poblaciones desarrollan un sistema de valores dirigido a la satisfacción de sus necesidades básicas. Por mucha diversidad y divergencia que haya, tenemos una profunda unidad de estructura en todos los planos", dijo en este sentido Torregrosa, quien dirige junto a Díez Nicolás el Curso de Verano de la Universidad Complutense 'El cambio de valores en las sociedades contemporáneas'.

En esta misma línea, señaló que estudios como la Encuesta Mundial de Valores, que abarca a alrededor del 80 por ciento de la población mundial, "muestran la diversidad existente y proporcionan genéricamente las armas sociales para inscribir el discurso político e ideológico, a veces desbocado e irracional, en un contexto de mayor justificación racional y crítica".

NUEVOS VALORES MORALES

Díez Nicolás también resaltó que este estudio muestra la aceptación de los nuevos valores morales sociales, como son la homosexualidad o las relaciones prematrimoniales. "A la vez se ven grandes sorpresas en este campo, como es el caso de que España está en los máximos grados de tolerancia, mientras que en Estados Unidos van a la inversa", explicó. En cuanto a las preocupaciones que se desprenden del Estudio Mundial de Valores, hizo referencia a dos en particular: "La desconfianza hacia los políticos y el hecho de que las desigualdades económicas están generando algunos retrocesos en el grado de satisfacción de la vida", indicó este catedrático de Sociología. Así, los datos disponibles en referencia al 2000, que no se darán a conocer definitivamente hasta el 2004, demuestran, según Díez Nicolás, que estamos asistiendo a un proceso de homogeneización de los sistemas de valores entre las élites de países con muy diferentes grados de desarrollo político y económico, al mismo tiempo que subsisten, e incluso se incrementan, las diferencias entre las masas de esas mismas sociedades.

INSATISFACCIÓN SOCIAL

En este punto, Marta Lagos, directora del Latinobarómetro, que estuvo presente en la presentación, afirmó que "la globalización produce expectativas que hacen que, aunque los países tengan más dinero, las poblaciones no están más satisfechas con su vida". "Las expectativas crecen más que los ingresos, por lo que aunque la gente tenga más, siente que tiene menos, porque la distancia entre los ricos y los pobres crece más". Díez Nicolás se refirió a la migración y el turismo como llaves para conseguir el cambio en las sociedades, poniendo como ejemplo el caso de Marruecos, donde, desde su punto de vista, "se producirán con independencia de cuales sean las motivaciones de las clases políticas".

Finalmente, la directora del Latinobarómetro, que se realiza en 17 países de América Latina, afirmó que "España es más europea que latina". "Si uno compara las actitudes hacia la democracia, la cultura cívica, la mentalidad económica y las actitudes hacia los pactos comerciales, uno ve claramente la convergencia cultural entre España y América Latina; sin embargo, las diferencias indican que España está tomando un rumbo distinto", matizó.