Mis abuelos fueron inmigrantes

Mis abuelos fueron inmigrantes, tuvieron que huir de los pogromos de Bielorrusia y Ucrania ha

cia Argentina, donde llegaron sin documentos entre 1908 y 1910. Allí fundaron sus familias, no eran delincuentes, ni fueron considerados delincuentes, y educaron a sus hijos para que fueran ciudadanos honrados.

Llegué a España en 1975, tenía pasaporte, fui inmigrante, vendí helados, fui cocinera, camarera, correctora de textos, administrativa; mi vida hubiera sido más fácil si no hubiera sido honrada como Mario Conde, Camacho, Roldán, etcétera, pero tenía principios, los mismos de mis abuelos inmigrantes, los mismos de la mayoría de la gente que llega constantemente a España buscando espacios donde poder comer y vivir.

Tengo la nacionalidad española desde 1985 y, cuando oigo ciertas manifestaciones de políticos que incitan a la gente a la xenofobia al decir que los inmigrantes son delincuentes, me pregunto si también lo eran los miles de españoles que tuvieron que emigrar por causas políticas o económicas a otros países europeos, y especialmente a Iberoamérica. Aquellos intelectuales españoles y trabajadores que fueron y enriquecieron con su labor y cultura América, sin documentos, con hambre y con la tristeza de dejar su patria, su familia, ¿eran delincuentes?