Desinformación alimentaria

El pasado 26 de julio se ha publicado en el BOE el Estatuto de la Agencia de Seguridad Alimentaria. Entre sus objetivos fundamentales está 'ofrecer garantías e información objetiva a los consumidores'.

Cada vez que veo en televisión el anuncio del 'yogur pasteurizado después de la fermentación' me pregunto si la Agencia de Seguridad Alimentaria va a empezar de una vez a desarrollar sus objetivos o simplemente es un nuevo organismo en el papel. Según el Código Alimentario Español, el producto denominado yogur, para serlo, debe contener viva la flora láctica responsable de la fermentación.

El verdadero yogur es, por lo tanto, un producto vivo, de ahí derivan sus propiedades en la mejora del equilibrio de nuestra flora intestinal. Si dicho yogur se pasteuriza, es decir, se somete a un proceso de higienización por calor, las bacterias se destruyen y el producto deja de ser yogur. Por lo tanto, lo que se anuncia y vende como 'yogur pasteurizado después de la fermentación' es, señores, un producto lácteo pasteurizado que procede del yogur, pero que no es un yogur, como induce a pensar la denominación engañosa, y no posee las propiedades de un producto vivo. Para que se comprenda mejor, es como si a los guisantes de lata los denominaran 'guisantes frescos esterilizados después de su cocción', o al tomate en conserva 'tomate fresco esterilizado después de su trituración'.