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Entrevista:VICENT MAURI | Dirigente de la Intersindical Valenciana

'Queremos un marco de relaciones laborales estrictamente valenciano'

La Intersindical Valenciana (IV) se constituyó en mayo con la participación del STEPV ( mayoritario en el sector docente), el STA (presente en un centenar de municipios), y el PUT (representado en Ford).

Pregunta. ¿Desde cuándo se viene gestando la IV?

Respuesta. Es un proyecto que se conforma en el congreso del STEPV de 1992. Hubo colectivos que opinaban que este modelo, basado en la autonomía y el asamblearismo, era exitoso y lo podíamos exportar a otros sectores de la producción y de la función pública. Otro elemento que influyó fue el descontento en diferentes sectores de los trabajadores con el modelo de los sindicatos mayoritarios.

P. ¿Qué diferencia a la IV de las grandes centrales sindicales?

'La política de este Gobierno ha sido una sucesión de recortes de derechos laborales'

R. Nuestras señas son la participación y el asamblearismo. Vinculamos a las bases al tomar decisiones. Es un modelo difícil de administrar, pero es una cultura democrática que tenemos desde hace 25 años. Otro elemento es la autonomía; no dependemos de ninguna organización política ni de la Administración.

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P. Parece que lo tienen difícil.

R. No ser correa de transmisión es a veces molesto para cualquier gobierno; para el del PP y para los anteriores. Ser independiente significa no ser controlable y el poder a veces te margina o te intenta laminar, cosa que nos ha pasado a los que integramos la Intersindical. Pero no han podido. La pluralidad es un valor para la IV, donde conviven personas de diversas sensibilidades políticas y no hay problemas. Creemos posible cerrar acuerdos y trabajar sin el sectarismo que caracteriza a determinados partidos.

P. ¿Ha habido algún contacto con la Generalitat?

R. Ninguno. No fueron al congreso constituyente, a pesar de que los invitamos. Nuestras relaciones con el poder son malas desde el punto de vista de que no hemos tenido nunca un reconocimiento público ni tan sólo una reunión formal.

P. ¿Y cómo son sus relaciones con UGT y CC OO?

R. Hay gran descontento entre los trabajadores con los sindicatos tradicionales, visible en el crecimiento de proyectos intersindicales en todo el Estado. Crecemos en Baleares, Murcia, Andalucía, Cantabria y Asturias. La intersindical canaria tiene casi el 14% de representación, y después está Ciga en Galicia, ELA en el País Vasco o la Intersindical Alternativa en Cataluña.

P. ¿El objetivo es una coordinadora estatal?

R. No nos lo hemos planteado. Nuestro proyecto apuesta por un sindicalismo nacional en el País Valenciano, que tampoco renuncia a relacionarse con otras organizaciones en temas puntuales como una huelga general o las reformas laborales. Participamos también en movimientos antiglobalizadores, pero no estamos en la línea de construir un sindicato de ámbito estatal.

P. ¿Qué reivindica la IV?

R. La reducción de la jornada a 35 horas semanales, mejora de los salarios y la contratación, la generalización de la cláusula de revisión salarial y más seguridad en el trabajo. Pero, más allá de todo esto, queremos un marco de relaciones laborales de ámbito estrictamente valenciano, con plenas competencias en materia de trabajo, salud laboral, etcétera. Ahí nos diferenciamos de las centrales sindicales, que han pactado recientemente lo contrario, que es centralizar la negociación colectiva en Madrid.

P. La IV participó en la organización de la huelga del 20-J. ¿Cómo la valoran?

R. Estamos contentos con la actitud de UGT y CC OO hacia nosotros y otros sindicatos porque pudimos llegar a acuerdos. Por primera vez se llamó a una participación en igualdad de condiciones, y eso no ha pasado en otros lugares del Estado. Fue un acierto que todos los sindicatos que se oponen a las políticas del gobierno del PP estuviéramos trabajando codo a codo. La izquierda y el mundo sindical deben dialogar y llegar a acuerdos. Esa unidad sindical fue esencial para que la huelga fuera un éxito.

P. ¿Espera un cambio en la postura del nuevo Gobierno?

R. Que Eduardo Zaplana sea ministro de Trabajo no nos aporta nada novedoso porque la política no la hace una persona sino un gobierno y el presidente es el mismo. Y la política de este Gobierno ha sido una sucesión de agresiones y recorte de derechos sociales y laborales, por eso la Intersindical defendía una política de confrontación desde hacía mucho tiempo. Creemos que continuarán las agresiones y por tanto la confrontación hasta que el Gobierno cambie de actitud.

P. ¿Qué opina la IV de la política cultural y lingüística del PP?

R. Defendemos el uso del valenciano y estamos muy alejados de la política lingüística del PP. Se está profundizando en el secesionismo lingüístico porque la Acadèmia [Valenciana de la Llengua], que podía haber zanjado un conflicto político, se creó con un handicap importante: la presencia de políticos como es el caso de su presidenta, una ex alto cargo del PP.

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