Umbral advierte del "daño tremendo" que las nuevas tecnologías y el cine hacen a la literatura

El escritor y Premio Cervantes Francisco Umbral advirtió hoy de los "daños tremendos" que las nuevas tecnologías y el cine hacen a la literatura. En su intervención en un curso de verano de El Escorial sobre 'Periodismo y Literatura', Umbral afirmó que la magia de leer supone "la mayor libertad intelectual e imaginativa que se le puede dar al cerebro y que este ejercicio de libertad es lo realmente regenerador en la novela y otros libros". "La novela está hecha para la inteligencia... Sólo nos salvaremos escribiendo o leyendo", sentenció el escritor.

Las nuevas tecnologías, sin embargo, están creando en su opinión, una situación negativa que quizás dé mayores facilidades a la novela "pero no más porvenir". "Un nuevo nazismo quiere sustituir el libro por fórmulas electrónicas que envilecen y dejan la literatura en comunicación", indicó. "No es el caso del periodismo -matizó-, puesto que en este campo las nuevas tecnologías sirven para agilizar la información, algo que en literatura ni puede ni debe hacerse".

Asimismo, señaló que se habla de cómo el cine ha robado público a la novela "pero, aún más grave que eso, me parece a mí la imposición inquisitorial de un modelo ético que conviene a todos los públicos y que justamente con la falta de dinero y la falta de tiempo, sirve como excusa para leer menos. Incluso algunas grandes novelas, al ser llevadas al cine han sido manipuladas en su final, ya que el verdadero final abierto o negativo puede dejar desolada a la taquilla y a la taquillera. Ese es el daño que Hollywood ha venido haciendo a la literatura", afirmó.

TENDENCIA A LA CALMA

Francisco Umbral, quien declaró llevar cuarenta años escribiendo columnas para diferentes periódicos, aseguró que esta tarea no le resulta difícil en absoluto: "Hoy es abrumadora la cantidad de cosas que ocurren y teniendo el tema y mucho oficio está resuelto el problema", señaló. Sin embargo, el autor dijo también que hay grandes escritores que no saben o no sirven para escribir artículos.

En su opinión, el periodismo "tiene un compromiso burgués muy fuerte porque sostiene ideológicamente a la burguesía de su país". Este compromiso, "que no es necesariamente negativo", no se rompe por el suceso de un día (dijo en relación al 11-S), se puede romper por una guerra, por ejemplo. Umbral señaló también que, en estos momentos, el primer compromiso burgués del periodismo es volver a poner las cosas en orden para no crear alarmismo.

"La prensa que domina el mundo tiende a la calma, a la paz, pero hay otra prensa (la radical o amarilla) que hace justamente lo contrario para vender más, con verdad o sin ella", dijo. Para el Premio Cervantes, "el periodismo impone mucha disciplina, empezando por la del espacio, y es difícil hacerlo bien".

Preguntado por la posible existencia de los denominados "negros", entre los columnistas, Umbral dijo no conocer a ninguno ("es una situación que se da más bien en el ámbito de la novela") y lamentó con ironía haber tenido poco que ver, "desgraciadamente, con los negros y con las negras". "Detesto la institución del negro (no por ser negro, claro), aunque no pienso que sea una plaga que pueda estropear la literatura", indicó.

REVOLUCIONARIO

Francisco Umbral, que tiene intención de escribir este verano una nueva novela que llevará por título 'Retrato del poeta maldito', dijo haber sido un articulista "revolucionario" cuando era joven y pegaba carteles en contra de la OTAN acompañado por Imanol Arias. "Ahora, a mi edad, ya es muy difícil ser revolucionario y eso que he probado de todo, he buscado a mi enemigo, pero parece que no hay manera de tenerlos", afirmó.

En este sentido recordó haber escrito una crítica contra cierto aspecto de la actual monarquía española y, al contrario de lo que se esperaba, recibió un premio de una sociedad monárquica.

El autor señaló que actualmente en literatura, en España se pasa de joven promesa a gloria consagrada y olvidada, "sin términos medios" y destacó la existencia de una generación de jóvenes escritores que está rompiendo con la novela convencional (en la que él tampoco cree).

"El primer compromiso de la novela tradicional es entretener y distraer al lector y estos jóvenes autores no atienden a ese principio. No son aún buenos escritores -concluyó- pero tienen el mérito de estar rompiendo con el compromiso burgués".