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Tres hombres mueren al ser arrollado su coche por un camión hormigonera en Vicálvaro

El turismo en el que viajaban las víctimas no respetó la prioridad de paso, según la policía

F. Javier Barroso

Tres hombres, de entre 32 y 38 años, murieron al mediodía de ayer en Vicálvaro después de que el turismo en el que viajaban fuera embestido por un camión hormigonera. Las primeras investigaciones policiales revelan que el conductor del coche no respetó la preferencia de paso del camión cuando intentaba entrar en el aparcamiento de la estación de metro de Puerta de Arganda. El conductor del tráiler no pudo frenar a tiempo y arrastró al otro vehículo más de veinte metros. Sus ocupantes fallecieron prácticamente en el acto, según la Policía Municipal.

El accidente se produjo sobre las 12.25 en la confluencia de las calles de Lago Michigan y de la Gran Vía del Este, frente a la estación de metro de Puerta de Arganda, cuando Jesús Escanciano Reyero, el conductor de un Renault Mégane con matrícula M-6231-ZV, bajaba por la avenida e inició la maniobra para girar a la izquierda y entrar en el aparcamiento de la estación. Por el sentido contrario circulaba un camión hormigonera marca Pegaso Troner con matrícula M-0981-JN, perteneciente a la empresa Hympsa.

El conductor del turismo no respetó el ceda el paso y comenzó a girar. El chófer del camión hormigonera, de 41 años, intentó detener su vehículo, pero, a pesar de que circulaba a poca velocidad, impactó de lleno contra el lateral derecho del Mégane en el que viajaban los tres hombres.

La violencia del choque hizo que el turismo fuera arrastrado más de veinte metros, hasta que el tráiler, con una tara de 36.000 kilos, pudo detenerse, según fuentes de la Policía Municipal. El parabrisas del camión salió despedido, al igual que los faros y parte del parachoques del turismo accidentado.

Los testigos avisaron de inmediato al teléfono de emergencias 112 y alertaron de la gravedad de la colisión. Al lugar acudieron varias dotaciones del Samur-Protección Civil, que intentaron salvar la vida de los ocupantes del turismo.

Como el vehículo había quedado hecho un amasijo de hierros, los servicios de urgencia requirieron la presencia de los bomberos del Ayuntamiento. Éstos tuvieron que cortar la parte derecha del habitáculo para poder rescatar a las víctimas, que estaban atrapadas. Los airbags (globos de seguridad) no sirvieron para amortiguar el impacto ni aminorar las lesiones de los ocupantes.

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Maniobras de reanimación

Uno de los hombres sufrió un traumatismo craneoencefálico muy grave, lo que le produjo la muerte en el acto. Los otros dos fueron sacados del vehículo y atendidos por el Samur en la calzada. Sufrían politraumatismo, y mientras estaban siendo atendidos entraron en parada cardiorrespiratoria, de la que no pudieron ser recuperados a pesar de las maniobras de reanimación a las que les sometieron los facultativos del Samur durante media hora.

Hasta el lugar del accidente se desplazó la concejal-presidenta de la Junta Municipal de Vicálvaro, Carmen Torralba González, del PP, que se mostró consternada por lo sucedido: 'Es un cruce en el que nunca ha habido accidentes mortales porque está regulado por semáforos', dijo. Mientras actuaban los agentes de la Policía Municipal, los semáforos estaban en ámbar intermitente.

Las tres víctimas mortales vivían en Mejorada del Campo. El conductor, Jesús Escanciano Reyes, de 38 años, trabajaba como vigilante jurado en una empresa de seguridad privada. Según explicó su hermano José Luis, había cambiado en las últimas fechas de compañía. Ayer llevaba puesto un pantalón de la empresa Securitas. Estaba separado y tenía dos hijos de corta edad.

Los otros dos ocupantes del turismo eran Alfredo Apolinar Martín, de 32 años, y Ángel Vázquez Huertas, de 34. El primero, originario del pueblo cacereño de Caminomorisco, trabajaba como albañil. Vivía con su compañera sentimental, con la que tenía dos niñas. Ángel Vázquez era el cuarto de cinco hermanos. Estaba soltero y residía en casa de sus padres. También trabajaba como albañil en Mejorada del Campo. 'Hoy [por ayer] comenzaba las vacaciones de verano. No sabemos adónde iba ni qué hacía en el coche, porque no nos había dicho nada', señaló José Manuel, un hermano de la víctima. Vázquez y Escanciano se conocían de hace muchos años, ya que ambos eran naturales de Mejorada.

La Policía Municipal comprobó en el lugar del accidente la documentación del camión y que éste había pasado todas las inspecciones reglamentarias. Su conductor sufrió una crisis nerviosa tras el choque. Después de prestar declaración ante los agentes de la unidad de investigación de accidentes, pudo marcharse a su casa.

Ésta es la segunda colisión mortal registrada en la Gran Vía del Este en los últimos siete meses. El pasado 9 de diciembre, los jóvenes Saúl M. G. y Raúl C. R., ambos de 21 años, fallecieron en el acto tras chocar el vehículo en el que viajaban, un Opel Corsa, contra una valla y caer al túnel que evita el cruce con la calle de Aurora Boreal, a unos 300 metros de donde ayer se produjo el mortal siniestro. Los jóvenes arrastraron 18 metros de valla y se precipitaron al vacío desde siete metros. Los cadáveres tuvieron que ser rescatados por los bomberos, ya que el vehículo, que cayó boca abajo, quedó completamente destruido.

Seis heridos en la M-40

Por otra parte, seis personas resultaron heridas ayer al chocar dos turismos y un camión en el kilómetro 14 de la carretera de circunvalación M-40. Entre las víctimas había dos niños, de tres y seis años, que sufrieron heridas de pronóstico grave, según un portavoz del Samur.

El triple choque se registró a las 18.45, cerca de la intersección con la autovía de Barcelona (N-II). Cuatro de los seis heridos son miembros de una misma familia (los padres y sus dos hijos), y viajaban en un mismo turismo. Los otros dos son una madre y su hija que se trasladaban en el segundo coche.

Uno de los heridos es un hombre de 39 años que resultó con quemaduras de primer grado casi en el 50% de su cuerpo, y su estado es leve; su hijo, un niño de tres años, sufrió traumatismo craneoencefálico moderado y quemaduras de primer y segundo grado en un brazo. El accidente provocó atascos de cuatro kilómetros, ya que durante las maniobras de rescate y atención a los heridos tuvo que ser cortado uno de los carriles de la M-40.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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