Una tormenta de granizo causa destrozos en Alginet y pérdidas millonarias en cultivos de La Ribera

Un temporal de agua, viento y pedrisco se cernió en la noche del miércoles en el interior de la Ribera Alta y tuvo especial virulencia en Alginet, donde causó graves pérdidas en la agricultura y daños de consideración en el núcleo urbano. Las inclemencias meteorológicas también afectaron, aunque en menor medida, a Alfarp, Catadau, Llombai, Carlet y Algemesí. La tormenta mostró ayer todas sus caras. Un tornado cruzó la carretera N-340 y la localidad de Alginet, donde provocó el vuelco de dos camiones, uno de gran tonelaje, y tumbó numerosos árboles. El mal tiempo también derribó un pino que cortó la carretera entre Alginet y Algemesí, mientras que otros dos, situados en el patio de un colegio público, derribaron un muro y cayeron sobre la calle. El viento arrancó tejas y antenas durante la media hora que duró la tormenta, con una fuerza que unida al granizo provocó el hundimiento del techo de una casa habitada, sin provocar daños personales, y afectó a una línea de alta tensión que fue reparada a las tres de la madrugada.

A primera hora de la mañana de ayer, la imagen del pueblo y de su término municipal era dantesca. En el pueblo la actividad era frenética y los servicios municipales se esmeraban en retirar árboles y reparar el tendido eléctrico afectado, y los vecinos hacían lo propio con la hojarasca y las ramas caídas. Mientras, el campo mostraba las secuelas: cosechas de pimientos y berenjenas arrasadas, caquis en el suelo y los cítricos y melones dañados por un pedrisco cuyo tamaño era superior al de un garbanzo.

La Cooperativa Agrícola de Alginet (Coagri) estimó las pérdidas en cerca de 15 millones de euros. Su presidente, Carlos Bernadini, lamentaba que los daños 'afectan de forma considerable la economía de Alginet', mientras que la alcaldesa Celeste García se quejó de que 'la temporada agrícola se ha perdido' debido a la incidencia sobre la cosecha de caquis y la de cítricos.

La tormenta también afectó a los municipios de Chiva y Godelleta, en la comarca de la Foya de Buñol y a las de Bugarra, Pedralba, Chulilla, Chelva y Losa del Obispo en Los Serranos y a Casinos en Camp de Túria. Y en Castellón, el mal tiempo perjudicó las producciones de almendro y olivar de Montán, Pavías e Higueras.

La Unió de Llauradors y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) aseguraron que 'en la mayor parte de las comarcas', la lluvia fue beneficiosa. El granizo, sin embargo, provocó daños en zonas localizadas. En Alginet, Alfarp y Llombai, por ejemplo, afectó a entre el 90% y el 100% de la producción de caqui y dañó, en la Ribera, a entre un 70% y un 90% de los cítricos. Los cultivos de frutas y hortalizas también registraron daños. En una primera estimación, la Unión de Cooperativas Agrarias de Valencia (Uteco) cifró las daños, en plantaciones e instalaciones agrícolas de los diez municipios de la provincia más afectados, en 34 millones de euros.