El sacrificio de la Roca

La entrevista concedida a EL PAÍS por Peter Hain tenía una mezcla de desesperación y bravata. El Gobierno, obviamente, está desesperado por desprenderse de la Roca con la esperanza de lanzar así una nueva relación estratégica con España. (...) El ministro para Europa (...) sugirió que la base de Gibraltar podría convertirse en una instalación de la OTAN bajo control británico, pero abierta a todos sus miembros. En la práctica, ésa es la situación a día de hoy, salvo por el hecho de que España decide no hacer uso de la misma. (...) Tratando de calmar los temores españoles de que Gibraltar rechace un acuerdo hispano-británico en referéndum, Hain dejaba caer que habría un lapso de tiempo entre el acuerdo y la consulta. (...) Lo que no decía es que en ese intervalo, Reino Unido y España tendrían tiempo de desarmar la resistencia gibraltareña por agotamiento y se podrían calmar los temores de Madrid a que un rápido referéndum pudiera enviar señales peligrosas a los separatistas del País Vasco. Finalmente, Hain dijo a EL PAÍS que ningún referéndum convocado unilateralmente por el Peñón sería reconocido.

Hain encubrió el tono conciliatorio hacia España con algunos aires de bravata, (...) pero en general el pulso de la entrevista era suplicante. (...) Sabedora del deseo británico de alcanzar un acuerdo, España podría muy bien demorarlo. No podría afearse si así hiciera. Blair, Straw y Hain están decididos a sacrificar Gibraltar con el dudoso beneficio de lograr un eje angloespañol en la UE.

Londres, 26 de julio