Un estadounidense y un ruso compiten en la final del concurso de directores

Nervios de acero y situación bajo control anoche en el Auditori. El americano Jonathan Pasternack, el ruso Wassily Petrenko y el sueco Eric Solén se jugaban, en la semifinal del Concurso de Directores de Orquesta de Cadaqués, 6.010,12 euros y, lo que era más importante para ellos, un contrato para dirigir 22 prestigiosas orquestas en las dos próximas temporadas. El jurado, presidido por Neville Marriner, decidió que Pasternack y Petrenko pasaran a la final.

Pasternack, Petrenko y Solén eran los semifinalistas del sexto Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Cadaqués, el único de su especialidad que se celebra en España. Los tres se enfrentaban anoche a un duro ejercicio: dirigir a la orquesta de Cadaqués con una composición que no conocieron hasta el pasado lunes, Elephant skin, que la dirección del certamen encargó a Jesús Rueda para el concurso y que su creador define como 'una continua metamorfosis musical'.

El jurado eligió el nombre de los finalistas en apenas media hora. Pasternack y Petrenko se enfrentan esta noche, como un antiguo duelo entre americano contra ruso, a la gran final de la que saldrá el nombre del ganador. Además de la pieza de Rueda, los finalistas deben dirigir en el concierto hoy obras de Domènec Terradellas, Haydn, Schubert y Beethoven. Sobre el ambiente planea lo ocurrido en la edición de 2000 de este concurso bianual, en la que el primer premio quedó desierto por el bajo nivel de los participantes. 'Este certamen tiene el compromiso con 22 grandes orquestas, y por tanto, cada vez hemos de exigirnos más. Aun así, me extrañaría mucho, por la calidad que vimos, que quedara desierto el primer premio', aseguró Llorenç Caballero, director artístico del concurso y su fundador.

Futuros contratos

'Lo más importante es que el director sepa transmitir a la orquesta lo que pretende y que ésta le entienda. El ganador debe conseguir que sus músicos se sientan libres y a la vez imponer su disciplina', dijo el británico Neville Marriner, presidente de un jurado compuesto este año por Alexander Tahbari, Christian Buchmann, Jan Raes, Ernest Martínez-Izquierdo y todos los integrantes de la Orquesta de Cadaqués. Mariner abría sorprendido sus ojos al conocer que ha aumentado hasta 22 el número de orquestas que podrá dirigir el ganador, entre las que figuran la JONDE, la Orquesta y Coros Nacionales de España, la Orquesta de RTVE y la OBC. 'Lo mejor de este concurso es la oportunidad que te da para expresar tu talento ante tantas orquestas. Recuerdo las dificultades de mis comienzos y lo complicado que resulta para un músico demostrar a sus compañeros de orquesta que puede aportar algo bueno', recordaba, sin parar de sonreír, el presidente del jurado. Durante toda la semana convivieron, bajo el ritmo frenético del concurso, 47 jóvenes, sólo cuatro de ellos mujeres, seleccionados entre 150 candidaturas llegadas de cuatro continentes. 'El ambiente es muy rico, ya que, por sus normas, no se siente como una lucha entre directores, sino como una convivencia. Muchos de los participantes se conocen de años anteriores', agrega Caballero.

La principal novedad de esta edición ha sido el cambio de sede del concurso de Cadaqués a Barcelona. 'Un traslado temporal motivado únicamente por las reformas que se realizan en la sala de Cadaqués', agregó Caballero. Marriner, viejo conocedor del concurso, se muestra sin embargo más optimista con la elección de la sala barcelonesa como sede, al considerarla 'mucho más profesional'. 'Esto va a ser la vida real para un director', afirma. El Festival de Cadaqués regresa mañana a la ciudad donde nació con un programa que incluye, hasta el 23 de agosto, la participación del propio Marriner, que dirigirá a la Orquesta de Cadaqués acompañada por la cantaora Ginesa Ortega, la violonchelista Misha Maisiki y el pianista György Sándor, entre otros.