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El Rijksmuseum abrirá una sala en el aeropuerto de Amsterdam

Isabel Ferrer

Schiphol, el aeropuerto internacional de Amsterdam, está a punto de convertirse en el más artístico de todos los aeródromos. A partir del próximo mes de noviembre contará con una sala permanente de exposiciones, que ofrecerá a los pasajeros una muestra del genio de los maestros holandeses del siglo XVII. Traídas del Rijksmuseum de la capital, entre las obras ya seleccionadas para esta colección destaca un rembrandt titulado Retrato de Saskia (1633). El genio del Siglo de Oro de la pintura de los Países Bajos ha sido elegido para que el público se anime a visitar la propia galería nacional, que alberga en la capital, entre otras, su famosa Guardia de noche.

La idea de dotar a Schiphol de un museo se le ocurrió en 1999 al entonces secretario de Estado de Cultura, Rick van der Ploeg. En una conferencia que le valió no pocas críticas, propuso sacar a la luz obras que suelen permanecer durante años en los depósitos de los museos para colgarlas en espacios tan públicos como un aeropuerto. Presentado por Ronald de Leeuw, responsable del Rijksmuseum, y Gerlach Cerfontaine, director de Schiphol, el proyecto cuenta ahora con el beneplácito de todos y las obras acaban de empezar. Van der Ploeg, dimisionario desde la caída del Gobierno holandés de centro-izquierda en primavera, es recordado, eso sí, como el promotor de una empresa pionera.

Emplazado en el Holland Boulevard del aeropuerto, entre las salidas E y F, utilizadas por unos 40 millones de pasajeros anuales, el ya bautizado como Rijksmuseum Amsterdam Schiphol no le robará espacio a la zonas comerciales. Sujeta por dos finos pilares y con escaleras de acceso, la galería, diseñada por el despacho de arquitectos Benthem Crouwel, parece estar suspendida en el aire. 'Schiphol rebosa tiendas y restaurantes, todos ellos muy ruidosos. Quería crear un lugar donde uno pudiera evadirse del bullicio por un momento', ha señalado el arquitecto Jan van Benthem.

160 metros cuadrados

De aluminio dorado, la dependencia artística tendrá 160 metros cuadrados de superficie. Para evitar vibraciones, el suelo será reforzado con cemento. En uno de sus costados, y como reclamo para los viajeros, será proyectada Guardia de noche. En el interior, las paredes se llenarán con lienzos de otros maestros holandeses, como Jan Steen, Jacob van Ruisdael o Cornelis Bouwmeester.

Para De Leeuw, la sala debería servir de tarjeta de visita para unos viajeros que pueden animarse a darse una vuelta por el Rijksmuseum original. Cerfontaine considera, por su parte, que una muestra permanente completa la idea del 'aeropuerto como una ciudad'. Además de la colección ya escogida, habrá exposiciones periódicas -cada tres meses- tanto de piezas del museo nacional como de otras galerías holandesas.

Si bien el museo no tendrá vigilantes porque, según afirma De Leeuw, 'Schiphol tiene la mejor seguridad imaginable', los cuadros estarán colgados tras un cristal blindado.

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