Teatro en el plató

El teatro y la televisión forman una extraña pareja. Al margen de los medios públicos, el mundo de la escena no encuentra hueco en la pequeña pantalla. Tras una etapa de incómoda polémica por la financiación de las producciones dramáticas, Televisión Española se acerca de nuevo a los escenarios con tres proyectos dramáticos: Pareja abierta, Los ladrones somos gente honrada y Defensa de dama.

Doce años después de la versión representada por Magüi Mira y Ángel de Andrés (emitida en 1986 dentro del espacio La voz humana), Pareja abierta salta al plató de la mano de Rosa María Sardá y José Sancho. TVE actualiza así la obra del Nobel de Literatura en 1997, Darío Fo.

Aquella primera versión tiene poco que ver con la actual. Se trataba de una mera retransmisión de la pieza teatral. 'En los años ochenta se llevaba un tipo de lenguaje audiovisual muy diferente al de ahora', asegura Adolfo Dufour, realizador de Pareja abierta, una obra escrita para sólo dos personajes: un hombre y una mujer que buscan librarse de las ataduras del matrimonio. En tono de comedia, y con una calibrada carga irónica, Darío Fo y su compañera, Franca Rame, abordan los problemas cotidianos de una pareja en crisis.

'Es una obra sutil, que permite muchas visiones, pero también una obra difícil para los actores', admite Dufour mientras elogia sin freno el 'maravilloso' trabajo tanto de Sardá como de Sancho. 'No se enfrentan a grandes textos. Son personajes cotidianos, con sus conflictos. Pero se agarran a una interpretación muy elaborada, totalmente diferente a los papeles que han hecho hasta ahora', agrega.

La adaptación ha exigido un esfuerzo de imaginación adicional a la hora de trasladar el lenguaje de la escena al audiovisual. El juego de tiempos y espacios se ha resuelto mediante el rodaje -prolongado durante dos semanas- con una sola cámara, como si se tratara de una película. Este sistema ha acarreado un mayor esfuerzo para los actores, que han tenido que velar por la continuidad de los personajes. A cambio, el realizador ha tenido ocasión de cuidar la iluminación y mimar los encuadres.

Televisión Española tiene también dispuestos los estudios Buñuel para acoger Los ladrones somos gente honrada. Los personajes de Jardiel Poncela y los actores que les dan vida -Mario Pardo, Guillermo Montesinos, Vicente Romero, Juanjo Menéndez o Beatriz Segura- actuarán bajo el mismo techo que acogió superproducciones cinematográficas como La caída del Imperio Romano, Alejando Magno, Orgullo y pasión, El Cid, 55 días en Pekín o El fabuloso mundo del circo. Eran los tiempos en los que los estudios pertenecían al mítico Samuel Bronston. En ellos, TVE rodó series que han forjado su historia, como Santa Teresa de Jesús o Los pazos de Ulloa.

Los ladrones somos gente honrada, escrita en 1941 en el café Cóndor de la madrileña calle Santa Ana, es una 'comedia ingeniosa y construida con la máxima habilidad técnica', reconocía Jardiel Poncela. La historia gira en torno a una modesta banda de chorizos que se propone dar un golpe en el transcurso de una fiesta en San Sebastián, y su adaptación televisiva corre a cargo de Eduardo Toral.

José Manuel Arman se encargará de poner en pie Defensa de dama, escrita por Isabel Carmona y Joaquín Hinojosa y llevada a los escenarios esta temporada por José Luis Gómez. La obra es una denuncia contra los malos tratos a mujeres y ahonda en el retrato psicológico de los inquietantes personajes.

Estas tres producciones se unen al todavía breve catálogo del adormecido Estudio 1, programa que TVE intenta revitalizar. Hasta el momento, la obra más vista ha sido Casa de muñecas, emitida el 30 de enero, que registró una audiencia superior a los tres millones de espectadores. Para Dufour, recuperar Estudio 1 es positivo siempre y cuando las producciones tengan continuidad. 'La esencia de la televisión pública es ofrecer programas que transmitan ideas, no que sólo persigan la audiencia', remarca.