Deutsche Telekom abre una nueva etapa
Le llamaban Wunderkind (chico maravilloso) porque durante sus más de siete años de gestión, Ron Sommer convirtió Deutsche Telekom en la telefónica más fuerte de Europa. Ahora, acuciado por las deudas de la empresa y la presión de los accionistas y los políticos, ha tenido que dimitir. Le ha sustituido Helmut Sihler, bajo cuya batuta la telefónica abrirá una nueva página.
Sihler recoge una empresa con 67.200 millones de euros de deuda, unas acciones a un precio aproximado de 10 euros, cuando salieron a cotizar a 14, y tres millones de accionistas descontentos, que los políticos en el poder han igualado a tres millones de votos menos. El Estado alemán tiene todavía el 43% de la que es la primera empresa del país.
Deutsche Telekom llevó a Bolsa a multitud de inversores que nunca antes se habían interesado en el parqué y a los que procuró espectaculares beneficios hasta marzo de 2000. Desde entonces, todo es declive tras el lastre de compras multimillonarias.
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