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Reportaje:

Europa se lanza a reformar sus sistemas de desempleo

Alemania, Italia y España modifican sus leyes del paro y el despido frente al rechazo de los trabajadores, que denuncian recortes en sistemas financiados con sus aportaciones y las de las empresas

Varios países europeos se han lanzado en los últimos meses a reformar sus mercados de trabajo en lo relativo al desempleo. Alemania, Italia y España han planteado en un periodo de tiempo muy similar reformas contundentes en el sistema de paro, acuciados, entre otros motivos, por la voluntad de cuadrar sus cuentas. En España y en Italia, las medidas han desencadenado sendas huelgas generales. En Alemania, donde aún no se han presentado oficialmente, las modificaciones amenazan con enfrentar a Gobierno y sindicatos.

ALEMANIA | Límites a las ayudas

En Italia, las empresas ya no tendrán que readmitir al trabajador despedido injustamente
Los solteros alemanes tendrán que aceptar un empleo en cualquier parte del país
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A poco más de dos meses de las elecciones federales del 22 de septiembre y con casi cuatro millones de parados, Alemania está viviendo una verdadera inflación de propuestas para reformar su régimen laboral. Del lado gubernamental, una comisión de expertos está elaborando todo un catálogo de reformas que se presentarán oficialmente el próximo 16 de agosto. Las líneas generales, sin embargo, ya han sido filtradas a la opinión pública. Entre las medidas figuran:

- Presiones sobre desempleados jóvenes y solteros para que acepten un trabajo en cualquier parte del país. En caso de que no estén dispuestos a ello, tienen que asumir un recorte en las ayudas por desempleo. Los parados mayores y aquellos con familia, por el contrario, no serán forzados a aceptar puestos de trabajo que estén alejados más de tres horas de viaje de ida y vuelta desde su casa. Esta última estipulación rige ya hoy día, junto al compromiso de tener que aceptar incluso aquellos empleos que sólo representen el 80% o el 70% del anterior salario bruto.

- Cambios y recortes en el cobro del paro. En Alemania, hoy día, las personas que quedan en paro, durante un periodo que varía entre 6 y 32 meses, reciben un subsidio equivalente al 60% o al 67% de su sueldo neto anterior (dependiendo de si tienen hijos o no). El cobro de estos subsidios se deberá simplificar. Al mismo tiempo, se pretende limitar en el tiempo la segunda fase de las ayudas (53% o 57%), que se paga cuando los desempleados no han encontrado un puesto de trabajo mientras cobraban el subsidio. Hoy por hoy, esta última ayuda es ilimitada.

- Empleo temporal y trabajo autónomo. Aquellos que después de seis meses aún continúen en el paro, podrán ser forzados a incorporarse a planes de empleo temporal que serán organizados por las mismas oficinas de empleo. Se prevén además grandes incentivos para aquellos que, aún siguiendo en el paro, se intenten abrir paso como trabajadores autónomos legales.

- Mayor eficiencia en la búsqueda de puestos de trabajo. Junto a incentivos fiscales para que las empresas comuniquen inmediatamente sus vacantes a las delegaciones de la Oficina Federal de Empleo, también aquellas personas que acaban de perder su puesto serán presionadas para que se presenten de inmediato en este organismo, que deberá convertirse en un eficaz mediador entre los parados y las empresas.

ITALIA | Despido más libre

El mercado laboral italiano está considerado como uno de los más rígidos de Europa. Su cifra de ocupación es de las más bajas del continente: sólo el 53% de la población en edad laboral trabaja regularmente. Junto a la preocupación por el alto índice de paro juvenil (Italia es el país de la OCDE con más jóvenes desempleados entre los 20 y los 24 años), estos argumentos han decidido al Ejecutivo a flexibilizar el mercado laboral con un paquete de medidas denominado Pacto por Italia, aprobado el 5 de julio.

- Adiós a la readmisión. Una vez que el acuerdo se transforme en ley, el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores (vigente desde principios de los años setenta), que obliga a las empresas de más de 15 empleados a readmitir al trabajador despedido injustamente, dejará de funcionar en aquellas firmas que superen el umbral de 15 empleados. La medida, aceptada por un plazo de tres años por los sindicatos, y calificada de 'experimental', está condenada a ser duradera, más allá del periodo de prueba.

- Más prestaciones. A cambio de esta concesión, los sindicatos han logrado que el Gobierno se comprometa a establecer un seguro de desempleo digno de ese nombre, con aportaciones de unos 700 millones de euros al año. Hasta ahora, en Italia no existía esta red de protección, ya que la suma que percibían los parados era casi simbólica, hasta el punto de que los sindicatos acordaron en los años setenta y ochenta establecer un fondo suplementario al que contribuyen trabajadores y empresas. El sistema no cubre, sin embargo, a unos siete millones de los 21 millones de trabajadores que constituyen la población activa italiana. Una situación de desigualdad que el Ejecutivo espera resolver con el nuevo subsidio que podrán recibir todos los trabajadores que pierdan el empleo durante 12 meses consecutivos, y que ascenderá al 60% del último sueldo percibido en los primeros seis meses, del 40% en los tres meses siguientes y del 30% en los tres finales.

- Sanciones. La prestación queda inmediatamente suprimida si el trabajador se niega a recibir cursos de formación o a aceptar un trabajo 'compatible con sus propias competencias' o si se descubre que trabaja en negro.

ESPAÑA | Empleo a 30 kilómetros

El paro afecta en España a 2,2 millones de personas, el 12,9% de la población activa. Pese a que las arcas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) arrojan un superávit de 3.600 millones de euros, el Gobierno ha realizado una reforma que endurece las condiciones de acceso a la prestación por desempleo y abarata el despido. Los sindicatos sostienen que la reforma es innecesaria, entre otros motivos porque el 40% de los parados no accede a ninguna prestación. Éstas son las principales medidas de la reforma:

- Empleo adecuado. El desempleado deberá aceptar cualquier oferta que coincida con su perfil profesional; transcurrido un año, el concepto se amplía a todas las actividades que el trabajador pueda realizar. La distancia máxima a la que deberá desplazarse se fija en 30 kilómetros, siempre que el trayecto no suponga más de dos horas de viaje en total. El primer rechazo a un empleo adecuado implicará la suspensión de tres meses de prestación. A la tercera negativa se perderá el derecho al desempleo.

A cambio, el Gobierno establecerá ayudas a la vivienda y al desplazamiento de los empleados que tengan que salir de su localidad para trabajar.

- Salarios de tramitación. Los despedidos que decidan recurrir a los tribunales dejan de percibir los llamados salarios de tramitación, los correspondientes al periodo en que la justicia tarda en fallar sobre el despido. Sólo conservarán este derecho los trabajadores cuyo despido sea nulo, es decir, con obligación por parte de la empresa de readmitirlo.

- Fijos discontinuos. Quienes trabajen sólo determinados meses al año pierden el derecho a percibir el desempleo durante los meses en que no puedan desempeñar su oficio, como ocurría hasta ahora. Es el caso de las limpiadoras de los colegios o de algunos empleados de la hostelería. Sí conservan el derecho al paro quienes trabajen unos meses al año indeterminados, como ocurre con algunos jornaleros.

Otras medidas de la reforma española son: la eliminación del derecho a percibir el subsidio para los mayores de 52 años que acrediten un nivel de rentas suficiente (la indemnización percibida por despido computará como renta) y la supresión de nuevas incorporaciones al subsidio agrario que cobran algunos jornaleros en Andalucía y Extremadura.

Propuestas más duras en Alemania

Las nuevas reglas del mercado de trabajo han sido acogidas de modo muy distinto por los partidos de la oposición en Alemania con respecto a lo ocurrido en Italia y España. En Alemania, una parte de estas medidas, como la transformación sucesiva de la segunda fase de las ayudas de paro en ayuda social y el aumento de las presiones para que los desempleados acepten puestos de trabajos menos atractivos, figuran también en el programa electoral de los conservadores de la CDU, liderados por Edmund Stoiber. Aparte de pretender luchar contra la excesiva reglamentación de las actividades empresariales, este dirigente apuesta también fuertemente por aumentar los empleos de baja retribución. Los conservadores han anunciado que pretenden volver a elevar la cota de los sueldos de trabajos a tiempo parcial que no cotizan a la Seguridad Social, de 325 hasta 400 euros. En los trabajos de baja retribución (hasta 800 euros) abogan por reducir la carga fiscal que corresponde a los empleadores. Con estas y otras medidas similares, Stoiber, a corto plazo, pretende crear 800.000 puestos de trabajo. En España, lejos de presentar propuestas que ampliasen la reforma del Gobierno, los principales partidos de la oposición han expresado sus críticas al proyecto, que ahora se encuentra en el trámite parlamentario. Los partidos de izquierda, PSOE e IU, han expresado sus críticas más feroces a los recortes. Los socialistas formularon una propuesta generalista que abogaba por mejorar la gestión de las oficinas de empleo dotándolas de mayor presupuesto. También proponían ampliar las prestaciones a colectivos que carecen por completo de cobertura. CiU, aliado tradicional del Gobierno, criticó el concepto de empleo adecuado y la eliminación de los salarios de tramitación. Aún está por ver si alguna de estas medidas experimenta modificaciones en el procedimiento parlamentario.

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