El BBVA informa de otra cuenta secreta del antiguo Bilbao en Jersey
Aplazadas sin fecha las declaraciones de Ybarra y Uriarte
El BBVA informó ayer al juez Baltasar Garzón y a la CNMV de la existencia de una nueva estructura societaria con cuentas secretas en el paraíso fiscal de Jersey. Se trata de varias sociedades, alguna creada en 1979 por el Banco de Bilbao, cuando era presidido por José Ángel Sánchez Asiaín. Sus cuentas tuvieron un saldo máximo de 67 millones de dólares, aunque en la actualidad no supera los 20.000 euros.
Tras una auditoría interna en Canal Trust Company para determinar si hubo otras entidades ligadas al BBV, al margen de las que ya están siendo objeto de investigación por el juez Garzón, el BBVA ha descubierto que en la actualidad no existe entidad, propiedad del bando que mantenga activos o pasivos no integrados en la contabilidad consolidada del grupo.
Sin embargo, la auditoría ha revelado que hubo una estructura societaria que se mantuvo al margen de los circuitos contables del grupo y que se originó mediante la aportación de 39,6 millones de dólares en 1979, y que, según fuentes de la entidad, aunque no consta en el informe, procede del antiguo Banco de Bilbao, en donde Emilio Ybarra ocupó el cargo de consejero delegado antes de ser presidente del BBV.
El patrimonio inicial y sus rendimientos, según el informe, fueron reintegrados por distintos procedimientos a la contabilidad del grupo entre 1980 y 1995.
Blaye Investments es una compañía constituida en Gran Cayman y propiedad del trust T-2. La sociedad recibió los 39,6 millones de dólares y entre 1980 y 1992 realizó pagos de comisiones a sociedades del grupo que absorbieron la mayor parte del capital e intereses generados. En 1986, Blaye proporcionó a la segunda de las sociedades, Catya Investment, los fondos de constitución. Blaye transfirió entre 1986 y 1988 1,9 millones de dólares a la cuenta de Alico en Chase Nueva York, sin que se haya podido determinar la finalidad de dichos movimientos, según las conclusiones del informe. Blaye fue disuelta en septiembre de 1994.
Catya fue propiedad sucesivamente del trust T-37 y del T-260. La sociedad compró en 1986, con fondos aportados por Blaye, un inmueble en Roma por 3,5 millones de dólares, que se alquiló, entre otros al Banco de Bilbao. En 1993, vendió el inmueble y el resultado de la venta se integró al grupo como pago de comisiones o reembolso de operaciones fallidas.
Otras entidades que participaron en esta operativa fueron los trust T-14, T-24 y T-3. Los dos primeros tuvieron una operativa poco significativa (62.000 libras esterlinas) y fueron utilizados para instrumentar el pago de un complemento de pensión a un jubilado del banco, que fue responsable de una oficina del exterior. El T-14 fue disuelto en 1983 y el T-24, en 1995. El T-3 tuvo como única actividad la tenencia y posterior venta de dos acciones de Ancla Investments. Fue disuelto en 1986.
A partir de 1995, la única estructura que permaneció operativa, según el informe fue el T-260 y Catya Investments, con una actividad residual limitada a recibir devoluciones de los impuestos pagados a la Hacienda italiana por la venta del inmueble, que finalmente se integraron en el patrimonio del Grupo. Catya forma parte de los estados financieros del grupo consolidado a 30 de junio de 2002.
Por otro lado, ayer fueron aplazadas sin fecha las declaraciones del ex presidente y ex consejero delegado de BBV, Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte, respectivamente, que habían sido convocadas a petición del fiscal de distrito de Puerto Rico. Las autoridades norteamericanas instaron el aplazamiento debido a que no han tenido tiempo de estudiar la documentación recabada del caso BBV, según informaron fuentes jurídicas españolas.
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