Todos los partidos, salvo ERC y EA, apoyan al Gobierno en la crisis de Perejil
Todos los partidos políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, -salvo Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Eusko Alkartasuna (EA), que se abstuvieron- respaldaron ayer una resolución que rechaza el desembarco de soldados marroquíes en la isla Perejil, situada a sólo 11 kilómetros de Ceuta.
El texto de la resolución dice lo siguiente:
'Ante los acontecimientos del pasado día 11 de julio, el Congreso de los Diputados expresa su rechazo a la política de hechos consumados que ha supuesto la actuación del Reino de Marruecos en la Isla Perejil. Asimismo, la Cámara manifiesta su apoyo al Gobierno en orden a restaurar la legalidad internacional y el reestablecimiento del statu quo anterior a los hechos'.
Bajo el texto constan las firmas de los portavoces parlamentarios de todos los partidos, salvo las de Joan Puigcercós, de ERC, y Begoña Lasagabaster, de EA. Puigcercós, portavoz de ERC, argumentó su abstención comparando las reivindicaciones marroquíes sobre las plazas españolas del norte de África y las de España sobre la colonia británica de Gibraltar. 'Si el Estado español pide la devolución de Gibraltar, que se ponga al mismo nivel en lo que respecta a la desconolización española del norte de África', adujo Puigcercós.
El pasado lunes, el presidente del Gobierno José María Aznar, quiso dedicar a este tema los primeros párrafos del discurso con el que comenzó el debate sobre el estado de la nación. 'El Gobierno español ha hecho pública su posición ante hechos que sólo contribuyen a empeorar unas relaciones que deberían ser las normales entre dos Estados vecinos', espetó el presidente. Éste recordó que 'España y Marruecos tienen relaciones intensas de todo tipo: comerciales, de cooperación y empresariales'.
José María Aznar aseguró que el Gobierno español desea 'mantener unas relaciones diplomáticas fluidas, que sólo pueden basarse en el respeto mutuo' entre ambos países, y calificó de 'imprescindible' volver al statu quo anterior a la ocupación de la isla por militares marroquíes. 'Hacemos todos los esfuerzos diplomáticos posibles para restaurar la legalidad internacional', dijo Aznar, que advirtió tajante a Rabat de que 'España no aceptará hechos consumados'.
El pasado 11 de julio, 12 soldados de la Armada real marroquí desembarcaron en el islote español de Perejil, donde instalaron una tienda de campaña y colocaron dos banderas marroquíes.
El Gobierno de Marruecos asegura que Perejil es territorio marroquí por encontrarse en sus aguas territoriales, y argumenta que fue abandonada por España con el fin del protectorado sobre Marruecos en 1956. El ministro de Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaissa, aseguró anteayer que el desembarco 'es sólo una operación de vigilancia' que se enmarca en la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal, y que la actuación de las autoridades marroquíes en su territorio, 'no debe constiturir una razón para la actual escalada con el despliegue militar español'. Benaissa se refería al reforzamiento de los destacamentos militares de las plazas españolas del norte de África.
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