El encierro de la Pablo de Olavide cumple 36 días sin visos de solución inmediata
El encierro de inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) entra hoy en su jornada 36 sin tener visos de solución inminente, dada la intención de los encerrados de proseguir su protesta mientras no obtengan la garantía de que serán regularizados. En el recinto de la UPO permanecen alrededor de 390 inmigrantes -medio centenar de mauritanos y marroquíes salió la semana pasada- que están dispuestos a proseguir hasta lograr garantías del Gobierno de que regularizará la situación de todos ellos.
Jalou Mussa, uno de los portavoces, señaló ayer que están abiertos al diálogo para lograr 'una solución'. Mussa aseguró que todos los inmigrantes que siguen en el campus están de acuerdo con prolongar la protesta y que no existen presiones internas para impedir la salida de personas: 'Todo el mundo es libre de salir'. El colectivo decidió la semana pasada romper la colaboración con la comisión jurídica, encargada de agilizar sus procedimientos, y desmarcarse de nuevo de la única oferta del Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, de buscar soluciones individuales ante la clara negativa del Gobierno de acceder a una regularización general de los encerrados. La Oficina del Defensor trabaja ahora en la tramitación de cerca de un centenar de casos que facilitaron la documentación a la comisión jurídica, entre los que se incluyen parte de quienes abandonaron el campus.
Por su parte, la red de apoyo ha solicitado una entrevista con el fiscal jefe de la Audiencia de Sevilla, Alfredo Flores, informa Efe. La UPO remitió a Flores información sobre la actuación del grupo de apoyo por si era 'delito'.
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