Vandellòs sueña con miles de científicos

En diciembre se decidirá el emplazamiento del reactor experimental termonuclear internacional (ITER), por el que Vandellòs (Baix Camp) compite con la localidad francesa de Caradache. Este proyecto -impulsado por la Unión Europea, Canadá, Japón y Rusia- pretende demostrar la viabilidad de la fusión nuclear para la producción de energía y supondría concentrar en la zona a miles de científicos durante 20 años.

Vandellòs ya ha sido visitado por los responsables del proyecto, y bien acogido, según fuentes municipales, por canadienses y japoneses, que valoran, además de las condiciones técnicas, el clima y los factores socioculturales. El ITER tendrá una potencia de 500 megavatios y supondrá una inversión de 3.600 millones de euros (unos 600.000 millones de pesetas). De hacerse con el reactor, Vandellós se beneficiaría, además de los puestos de trabajo directos para la construcción, de la presencia de entre 1.000 y 2.000 científicos durante un periodo de investigación de 20 años, lo que produciría un cambio radical en el perfil sociológico y económico de la zona.

A la fusión nuclear se le suponen menores riesgos ambientales y de residuos que a la producción energética convencional o de fisión. Teóricamente se trata de una fuente de combustible inagotable y muy segura. Se denomina también 'de las estrellas', puesto que es la que se origina de forma natural en el interior de los astros. A falta de que los ecologistas se pronuncien, en el municipio se habla con prudencia del proyecto. 'No me gustaría despertar grandes esperanzas, todavía se tiene que aprobar', dice el alcalde, Josep Castellnou (CiU), que recuerda que el desmantelamiento de la nuclear Vandellòs I está a punto de concluir y se perderán 150 puestos de trabajo.

Es precisamente en los terrenos de la centrasl Vandellòs I donde se propone ubicar el reactor experimental de fusión, Según el alcalde, en las visitas que los responsables del proyecto han realizado se ha estudiado la posibilidad de utilizar el viejo espacio de una energía caduca para realzar otra de última tecnología como es la fusión.

Las altas temperaturas y presiones generadas obligan a elementos ligeros como el hidrógeno a liberar cantidades enormes de energía. Los elementos técnicos: sismicidad, comunicaciones, proximidad a centros universitarios o parques eléctricos, fueron evaluados por el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), encargado de seleccionar al municipio español que opte a albergar estas instalaciones. La proximidad de la central de ciclo combinado que Gas Natural tiene previsto construir en la zona también juega a favor. 'El complejo nuclear puede obtener potencia eléctrica cuando la necesite en momentos determinados, un tipo de demanda que cubre mejor el gas que las nucleares, que son de fondo'.

En diciembre se decidirá. Durente los dos primeros años se elaborará el proyecto, en los 10 siguientes se construirá, 20 más se dedicarán a la investigación propiamente dicha y los seis últimos al desmantelamiento. Además de trabajarse en fusión, también se abordarán aspectos colaterales, como materiales conductores, láser y microondas. De obtener el reactor, Vandellòs se convertiría en 'un centro de interrelación e intercambio de científicos de todo el mundo en diferentes áreas'.

El proyecto, el 20% del cual será financiado por la UE y el país que lo acoja, prevé además la participación de empresas tecnológicas en su última fase, lo que puede abrir las puertas a la contratación de técnicos que hayan participado en los años de investigación. Además de puestos de trabajo en la construcción, generaría empleos directos -traductores y administrativos- e indirectos en el sector servicios.

El competidor directo de Vandellòs es Caradache, en la Provenza, donde ya existe un centro de investigación similar, lo que puede ser visto como algo positivo para la ubicación del ITER, pero también puede resultar contraproducente para la candidatura francesa si los responsables del proyecto deciden instalarlo en una zona nueva.