Terrassa, en el mapa del fútbol

El Terrassa FC ha conseguido ascender a Segunda División 23 años después de dejarla. El mérito ha sido de los jugadores, pero también de la afición, que se multiplicó por siete hasta casi llenar el flamante estadio, reformado para los Juegos Olímpicos de 1992 y con capacidad para 11.500 espectadores. Y no sólo eso. Este histórico club, que cumplirá un siglo en 2006, se ha permitido este año el lujo de ganarle la Copa Catalana al mismísimo Barça.

'La afición ha sido clave para que el equipo haya ascendido. Se ha volcado y los jugadores lo han notado', explica el presidente del club, Josep Vall, quien reconoce que los efectos de situar al equipo de fútbol de la ciudad en la categoría de plata del fútbol español van mucho más allá de lo meramente deportivo. 'Terrassa gana muchísimo, ha salido en todos los medios. El equipo ha conseguido que lo conozca España entera. Es la forma más barata de promocionar una ciudad', asegura.

Ahora viene las segunda parte: mantener la categoría. Vall habla de un presupuesto de 600 millones de pesetas (el año pasado fue de 300) y lo considera 'justito'. Le 'encantaría' tener la colaboración del mundo empresarial de la ciudad, pero de momento 'sólo hay buenas perspectivas'. Vall espera renovar el contrato con CIRSA -hasta ahora el patrocinador oficial del equipo- y conseguir nuevos contratos, además de las cuotas de los socios, los ingresos por televisión y la quinielas.

Pero ¿es rentable para una ciudad tener un equipo en Segunda? A largo plazo, sí, opina David Garrofé, secretario general de la Cecot, una de las patronales catalanas. 'Para que tenga sentido el impacto de la marca tiene que durar', matiza, 'Si el Terrassa logra mantenerse, habrá un flujo de gente de fin de semana, se crearán nuevas infraestrucutras para un movimiento de decenas o miles de consumidores que antes no había', añade. Y es que no hay nada como salir por la tele cada domingo. 'Cuando algún empresario piense en algún lugar, le sonará Terrassa', asegura.

Es necesaria 'una estrategia de ciudad', piensa el recién estrenado alcalde de Terrasa, el socialista Pere Navarro, que reconoce que con el ascenso la ciudad ha recuperado el orgullo. Y si no, que se lo pregunten a un tarrasense que en una conversación con un sabadellense, el eterno rival, le preguntó con una irónica sonrisa cómo iba su equipo. El Sabadell está en Segunda B.