_
_
_
_

Hallado muerto en el Psiquiátrico un interno desaparecido hace un mes

Oriol Güell

El cuerpo sin vida de Gonzalo, un enfermo crónico del hospital Psiquiátrico de Madrid, y que fue dado por desaparecido hace 25 días, fue encontrado ayer en la huerta del recinto hospitalario del que supuestamente se había fugado. Fueron los trabajadores de mantenimiento los que encontraron el cadáver. El cuerpo estaba entre las hierbas altas y en avanzado estado de descomposición. Al parecer, el enfermo había bajado a la huerta, donde murió por causas que aún se desconocen, y allí permaneció su cuerpo hasta que fue encontrado.

La antigua huerta del Psiquiátrico es una zona baja, rodeada de una valla y algunos árboles, que está en un extremo del hospital. Hasta hace un año, el espacio servía para que algunos enfermos disfrutaran de una actividad al aire libre con el cultivo de hortalizas, según los trabajadores del centro. Pero cuando el empleado que lo cuidaba se jubiló, el recinto se cerró y quedó sin uso.

El fallecido era un hombre 'solitario, pero respetuoso y que se valía bastante bien él sólo', según los empleados que le atendían. Un informe de la Asociación Madrileña de Salud Mental (véase EL PAÍS de ayer) había denunciado las deficiencias del centro.

El día de la desaparición, el 15 de junio, el hospital siguió el procedimiento de obligado cumplimiento en estos casos, según la Consejería de Sanidad. Este procedimiento consiste en buscar primero al enfermo dentro del hospital y, en caso de no encontrarlo, alertar a la policía y a la familia.

Como ninguna de estas gestiones concluyó con éxito, Gonzalo estaba considerado como 'desaparecido' desde entonces, según Sanidad. La Consejería explicó ayer, en contra de lo que decían los propios empleados del centro, que el cadáver fue encontrado cerca del hospital, pero fuera.

Según algunos trabajadores que atendieron a Gonzalo hasta su desaparición, éste ingresó en el Psiquiátrico hace unos diez años por una esquizofrenia paranoide. En las primeras semanas de estancia permaneció en la unidad de agudos, donde los enfermos reciben los primeros tratamientos, a la espera de que una mejoría les permita volver a casa y seguir con tratamiento ambulatorio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sin embargo, Gonzalo no mejoró. De la unidad de agudos pasó a la de enfermos crónicos de larga estancia. Esta unidad ha sido denunciada por la Asociación Madrileña de Salud Mental por el 'abandono' de las dependencias y porque los pacientes allí ingresados no reciben terapias de rehabilitación psicosocial.

Hombre solitario

Pero Gonzalo, según los trabajadores, era un hombre que podía valerse por sí mismo bastante bien. 'Era muy solitario, se pasaba el día paseando, metido en su mundo. Con los trabajadores y los otros enfermos tenía una relación distante, pero respetuosa y nunca agresiva', explicó ayer un empleado del hospital que le había atendido en los últimos años.

Por ello, el hospital decidió trasladarlo hace un tiempo a la unidad de media estancia. Esta unidad está en principio pensada para pacientes que requieren un ingreso máximo de seis meses y en ella los pacientes, además de recibir asistencia psiquiátrica intensiva, participan en actividades como la pintura, la lectura o las manualidades, que les ayudan a mantener sus capacidades. Los pacientes crónicos que mejor se valen por sí mismos también son, en algunos casos, ingresados en la de estancia media, informa Begoña Aguirre.

La actual unidad de media estancia del psiquiátrico, a diferencia de las dos denunciadas por la Asociación Madrileña de Salud Mental (la de enfermos crónicos y la de disminuidos psíquicos), es una de las zonas en mejor estado del mismo, dado que ha sido renovada recientemente.

Según un trabajador del hospital, Gonzalo sí se había escapado del Psiquiátrico hace unos años: 'Un día desapareció, pero volvió dos o tres días después. Nunca dijo qué había hecho'. Los empleados explican que Gonzalo también había abandonado el hospital otras veces durante unos días, pero entonces era con permiso y para pasarlos con su familia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_