Una playa de cine
La Victoria, en Cádiz, acoge la proyección de películas a lo largo del verano
En un tiempo en que la continuidad de los cines de verano parece correr un serio peligro, la ciudad de Cádiz ha encontrado dos espacios alternativos para ofrecer películas al aire libre y de forma gratuita para cualquier espectador que quiera acudir: uno de ellos es el Baluarte de Candelaria, que el pasado año ya acogió una parte del programa del festival Alcances. El otro, que siempre estuvo ahí sin que nadie reparara en sus potenciales ventajas, es la vasta y popular playa de La Victoria.
El Ayuntamiento de Cádiz ha querido tantear sus posibilidades configurando un programa de proyecciones para los meses de julio y agosto. Mediante un convenio con el empresario del cine Brunete, Manuel Casado, y pensando en satisfacer a un público multitudinario, han sido adquiridos los derechos de exhibición de ocho títulos pertenecientes al llamado cine familiar, desde comedias a thrillers o filmes infantiles, todos estrenados la pasada temporada. A fin de no competir con los cines de verano o las salas convencionales, las películas que se proyecten serán anunciadas cada dos semanas.
La primera prueba tuvo lugar el pasado sábado en el módulo 1 de la playa Victoria. 3.000 personas -según cifras oficiales- se dieron cita sobre la arena y en torno a una pantalla de 10x4 metros en formato panorámico para contemplar las aventuras de Wesley Snipes en el filme Blade II. Fabricada en el Ayuntamiento y sostenida a dos metros de altura sobre una estructura metálica, esta pantalla necesitó 15 toneladas de arena para garantizar que los envites del viento de levante no la hagan volar.
Los focos se apagaron y comenzó el acto. Los espectadores, mayoritariamente adolescentes, siguieron las evoluciones del héroe en medio de un sorprendente silencio, ajenos al tráfago habitual del Paseo Marítimo, el humo de las barbacoas próximas o las primeras pandillas que acudían a hacer botellón a la cercana Glorieta Ingeniero La Cierva.
También podían verse aficionados talludos del cine de acción, familias empujando carros de bebé e incluso algún matrimonio veterano vestido con una elegancia de domingo.
Los más avispados trajeron de sus casas sillas playeras para que la espalda no acusara demasiado los 116 minutos que dura la cinta del director Guillermo del Toro, y no faltaron parejas que se desentendieron de la película para besarse, como manda la tradición, bajo la luna menguante.
Al final, un Blade aliado de forma sorprendente con los vampiros logró derrotar a las nuevas fuerzas del Mal y recibió aplausos, como en los viejos tiempos, del público concentrado a su alrededor.
La experiencia se repetirá esta noche en la proyección de The Score, de Frank Oz, con Robert de Niro como protagonista del filme.
Una experiencia pionera
La iniciativa de proyectar filmes al aire libre y fuera de las salas habituales puede calificarse de pionera, y en armonía con la obsesión del equipo de Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, de contar con la playa como una zona de expansión infrautilizada. 'Somos conscientes de que Cádiz carece de terrenos extra', comentó el concejal Jesús de Sobrino, 'y una zona como el Paseo Marítimo permite explorar otras opciones'. 'Evidentemente nunca va a llover a gusto de todos, pero hasta ahora no hemos recibido ninguna queja por parte de los ecologistas ni de los vecinos. Tratamos de observar un horario que moleste lo menos posible, y garantizamos que la playa esté recogida a primera hora de la mañana', añadió el concejal gaditano. El proyecto de iluminación nocturna de la playa de La Victoria ha venido siendo objeto de denuncia en los últimos años, tanto por su elevado coste como por la contaminación lumínica que se le atribuye sobre este segmento del litoral gaditano. De momento, no parece que la luz de la citada pantalla pueda despertar más reclamaciones. 'Esto está mejor que un cine de verano, porque tienes al lado los chiringuitos y los bares, y además es gratis', comentaba un grupo de adolescentes, visiblemente excitados con las aventuras de su héroe. 'Vengo porque soy un fanático del cine allí donde pueda verse', afirmaba por su parte José Luis, un universitario gaditano. 'Eso sí, me gustaría que los responsables de esta idea arriesgaran con el cine de calidad, incluso con clásicos en blanco y negro. Estoy seguro de que a la gente le gustaría igual o más, y muchos chavales descubrirían algo que nunca han visto', afirma seguro este espectador. De seguir arrojando resultados satisfactorios, se barajará la idea de ampliar la oferta a la playa de La Caleta el año que viene. 'No cabe duda de que va a funcionar el boca a boca, y que la afluencia de público irá a más', apostilló el concejal Jesús de Sobrino. De momento, se admite todo tipo de sugerencias para el futuro: hay incluso quien se ha acercado al concejal Jesús de Sobrino para sugerir la proyección de Ben-Hur en un próximo programa.
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