_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Ketchup' de verano

Si no se puede jurar que sea verano se puede, al menos, decir que es San Fermín. Lo hemos visto: masas compactas de mozos y unos morlacos que intentan abrirse paso entre ellos como si fueran, por lo pegados, el desodorante. Incluso se trata de los sanfermines del Tercer Milenio porque el otro día un mozo corrió con el móvil en la mano. ¿Para qué el periódico, si ahora puedes quitarte el toro de encima con un mensaje o una patada alta? Por no mencionar que lo mismo podrás comunicarte con el colega que va agarrado al asta - 'Vete soltándola que ahora voy yo'-, con el que coge por la izquierda la curva de la Estafeta -'Vete soltándola que ahora voy yo'-, con el divino que aparta por la camiseta a uno que no es divino sino pringado -'Vete soltándola que ahora voy yo'- o con el mismo Dios para que deje de encariñarse con esa alma que empieza a desprenderse de las terrenas alpargatas en el callejón: 'Vete soltándola que ahora me voy'. Se rumorea, pero esto ya sin telefonillo, que van a poner una termas romanas y otros hallazgos arqueológicos debajo de la fuente de la Navarrería para que quienes quieran romperse la crisma saltando desde su cúspide caigan sobre todo eso y lo reduzcan a cascotes, quitándole a la alcaldesa y a Príncipe de Viana una responsabilidad, porque el Tercer Milenio será solidario o no será.

Y mientras los sanfermines siguen su curso, los demás tenemos que colegir que estamos en verano porque han empezado las serpientes. Sólo que este año las serpientes de verano muerden como nunca. Ahí están los de Operación Triunfo mordiendo bolos y TVE a troche y moche, ahí Garzón mordiendo en la bicha únicamente para que quienes querían que se aplicase la ley vigente, y no la ley que piensan creada ad hoc para ilegalizar a Batasuna, le digan que está mordiendo en hueso, más, que es un brazo -de Aznar-, un calentador -para ilegalizar ideas- y bombo y platillo -léase garzonada-. Vamos, que según el Tripartito, o 'Tripartido', como acuñaba en feliz errata un rotativo local, Garzón es una quimera, es decir, un ser fabuloso compuesto de piezas de varios bichos cuyo destino es disolverse en la imaginación porque para realidad ahí está la suya, la del independentismo. Porque ése es el verdadero culebro del verano y, sin duda, el que más muerde. Resulta que el fabuloso Tripartido ha brotado de las profundidades del lago Ness con una amenaza en las fauces de aúpa: o el Gobierno confiere las transferencias que faltan o se tomarán por la mano todo para que, una vez lo tengan y se haya realizado la demostración de fuerza que eso implica, se mande el Estatuto a la planta eléctrica de Amorebieta, porque lo que de verdad interesaba era la fuerza así demostrada que permitirá, sin hacer mayor caso no sólo a quienes no son nacionalistas sino a quienes votaron nacionalista pero no independencia, declarar la soberanía no ya Euskadi, sino de Euskal Herria.

El órdago se produce en pleno verano -porque, aunque no lo parezca, debe de ser verano-, a sabiendas, pues, no sólo de que no se aceptará por cuestiones políticas, sino de que apenas se podrá admitir un envido a causa de la consiguiente paralización administrativa que el verano (aunque sea astronómico comporta). Y eso mientras la gente anda disfrutando de las vacaciones en lugares en los que sí es verano y donde bastante tiene con divertirse y olvidarse de engendros como Batasuna, el Tripartido y ciertas cabezas con nombre y siete apellidos. De paso, quien esté por aquí y logre imponerse al asco y hastío que suscita el tema - aunque no vea que es verano se siente de verano- podrá percatarse de que el órdago a Consulta no era más que un farol, porque, ¿para qué meterse en zarandajas legales sobre algo que no sería más que la consulta acerca de una consulta cuando se puede conseguir, por el mismo coste legal, la autodeterminación?

Queda por ver qué piensa el lehendakari de todos los vascos, que hasta ahora sólo han hablado los mozos de espada. Mucho es de temer que aquellos aspavientos de mayorías muy amplias cuando de modificar el marco político se tratara y de no contar con Batasuna ni por la vía de la abstención, o aquellos términos como consenso y pluralismo no sirvan ni para canción del verano. Aserejé.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_