Manuel Martínez sigue creciendo

Y sigue creciendo. Manuel Martínez se colocó la bola en el cuello, giró, estiró el brazo, frenó en el tope del semicírculo frontal y envió el peso hasta los 21,47 metros, estableciendo un nuevo récord de España, 12 centímetros por encima del que ya había establecido el pasado año. Fue un lanzamiento casi perfecto, en el Trofeo Diputación de Salamanca, que le coloca como el sextor mejor lanzador del año, el segundo europeo, y en la mejor disposición para afrontar los campeonatos de Europa de Múnich.

Manuel Martínez tenía como objetivo lanzar habitualmente por encima de los 21 metros, una señal de que su brazo y su coordinación iban por el buen camino. La de ayer fue la décima vez que el lanzador salmantino superaba la frontera prevista, una distancia que ya le resulta habitual y que ratifica su continuo crecimiento en la competición.

De cara a los Europeos, sólo un rival le antecede en el selecto club de los grandes. El danés Joaquim Olsen lanzó el peso en junio hasta los 21,57 metros, mejorando su anterior marca establecida un mes antes en 21,23 metros. Otros lanzadores europeos, como el ucranio Yuriy Bilonog (21,13), el alemán Ralf Bartels (20,85), el eslovaco Milan Haborak (20,82) o el finlandés Villa Tisanoja (20,77) parecen lejos del español, aunque la competición a veces se rige por normas distintas a las que indican las marcas conseguidas anteriormente.

Cuirosamente, Manuel Martínez consiguió su mejor marca personal y, sin embargo, perdió la competición. Su compañero de entrenamiento, el estadounidense Adam Nelson se llevó el triunfo con un lanzamiento de 21,61 metros. No en vano, el estadounidense ostenta la mejor marca del año (22,51), conseguida el pasado 18 de mayo en Portland (EE UU) y se antoja como el mejor lanzador del momento. Martínez compartía así el éxito del récord con su primera derrota tras 17 competiciones saldadas con triunfos..

Martínez logró batir el récord español en su primer lanzamiento. Todo un capítulo de intenciones para un atleta que ha logrado colarse en el reino de los estadounidenenses (Nelson, Godina y Toth), todos muy distantes aún del récord del mundo establecido por el también estadounidense Randy Barnes hace doce años en Westwood, con 23 metros y 12 centímetros. Una marca galáctica, a la que los actuales lanzadores se van acercando muy poco a poco. Manuel Martínez es uno de ellos, en una debate permanente consigo mismo, batiendo sus propias marcas y encumbrándose en la élite mundial

Manuel Martínez odia la preparación invernal. Lo reconoce. Le puede la competición. Allí, en el pequeño redondel, es donde se siente más cómodo, donde tensa los músculos más agusto y se enreda con la bola para conseguir su cosecha de éxitos. Fue el primer lanzador español en conseguir una medalla (la de oro, en los Europeos de pista cubierta de 2001) y fue cuarto en el Campeonato del Mundo de Edmonton, un puesto que supo a poco. En Sydney 2000 había sido sexto y se esperaba todo de él. Pero no siempre se puede estar a la altura de un récord y en Edmonton el finlandés Harju le arrebató la medalla a la que aspiraba.

Ahora sigue creciendo y ayer dio la primera noticia en el Trofeo Diputación de Salamanca. Fue el caso más sonado, aunque no el único. Dana Cervantes consiguió batir el récord español de salto con pértiga. En su segunda tentativa superó el listón colocado a 4,36 metros arrebatando la plusmarca a Naroa Aguirre.. La decepción estuvo en el salto de longitud. El ganador, Miguel Paté, saltó 8,15 m. y el cubano Pedroso se conformó con 8,13 m en el único salto válido.