La compañía Animalario invita a disfrutar de 'Pornografía barata'

Tiene un título explícito, así que el público sabe a lo que va. Los actores de la compañía Animalario avisan al respetable de que Pornografía barata es eso, un conjunto de diez escenas cortas donde el amor, el sexo, la traición e incluso la masturbación son los protagonistas. Y sin la barrera de un escenario de por medio, ya que la compañía ha elegido una casa para representar el montaje.

La función comienza cuando el público -no más de 45 personas por función- llega a la Fundación Olivar Castillejo, en la calle de Menéndez Pidal. En la puerta del jardín espera un anciano que se encargará de guiar a los espectadores por las distintas estancias de la casa donde se sucederán episodios de la vida cotidiana. Bajo la dirección de Andrés Lima, los actores Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Nathalie Poza, Pilar Castro, Roberto Álamo, Noelia Castaño y Javier Gutiérrez se atreven a representar sus papeles a escasos metros del respetable.

'Las tres parejas de actores irán asumiendo diferentes personajes transitando por la casa, y el público les seguirá muy de cerca, viviendo con ellos una experiencia única', cuenta Andrés Lima. Así, los espectadores se meterán con los intérpretes en una habitación donde se celebrará una noche de bodas; en la cocina, para escuchar ciertas intimidades, o en el comedor, asistiendo a las traiciones de unos personajes a otros.

El ojo de la cerradura

'El actor viejo conducirá al público y lo observará todo como si de su propia historia se tratara; como si brindara la oportunidad única de mirar a través del ojo de la cerradura de la vida de un grupo de amigos', añade el director.

Pero no todo lo hacen los actores, sino que también se espera mucho del espectador, 'al que se pone a prueba para que se libere del pudor y los prejuicios', afirma el actor Alberto San Juan, que protagoniza las piezas Pensamientos, Amor, Querer y El maravilloso mundo de la traición. 'Es una pena no poder ocupar el sitio del público, porque yo soy muy voyeur y esta obra es muy tentadora', incita. A Pilar Castro le toca interpretar una de las escenas más difíciles de todo el montaje, Noche de prostitución, que califica de 'experiencia comprometida tanto para el actor como para el público'. 'Requiere una gran concentración por nuestra parte porque el espacio del espectador y el nuestro se confunde', aclara.