Tres soluciones para una duda

El conflicto del PP con sus listas municipales tiene su mejor exponente en Madrid, donde José María Álvarez del Manzano le ha regalado al partido tres mayorías absolutas (1991, 1995 y 1999). La primera cuando los populares no gobernaban casi nada en España. Pero tanto la dirección nacional como regional del PP tienen más que dudas sobre las posibilidades y los riesgos de situar a Manzano ante su cuarto mandato consecutivo. A su favor está, casi únicamente, que ya es muy conocido, como refleja la macroencuesta realizada a finales de mayo que Aznar ya sopesa.

Pero Manzano ganó en 1999 por un escaso margen de votos y cayó mucho con respecto a las ofertas del PP en la comunidad y en las generales. El PP ya intentó relevarle en 1999. No fue capaz. El alcalde asegura a sus íntimos, desde entonces, que se ofreció para resolver sosegadamente su recambio.

Manzano, además, ha acumulado con el tiempo una oscura gestión salpicada de escándalos (dimitió el concejal de Obras, varios ediles están pendientes de juicio por privatizar la funeraria, se descubrió un fraude en la gestión de los cursos a parados, tuvo que devolver dinero utilizado en beneficio propio). Y ningún año gasta más del 50% de las inversiones previstas en su presupuesto.

Ante esta incertidumbre que casi todos en el PP califican de 'absurda y surrealista', Manzano comunicó su malestar. Y las otras dos candidatas posibles, Esperanza Aguirre (presidenta del Senado) y Mercedes de la Merced (primera teniente de alcalde), esperan turno con inquietud y sin un dato.