Scariolo, despedido

La revolución de la sección de baloncesto del Real Madrid se ha llevado por delante al mismísimo ideólogo de esa revolución. Sergio Scariolo ya no es el entrenador del equipo. Hace exactamente ocho días, el técnico italiano y el director general del club, Jorge Valdano, anunciaban que al menos la mitad de la plantilla se iba a la calle, con mención especial al más histórico de sus miembros, Alberto Herreros. Además, revelaban que Scariolo dejaba de ser el director de la sección, pero continuaba como entrenador. Hoy, todo se ha vuelto del revés. Scariolo ya no es el entrenador de Madrid y existen posibilidades de que Herreros deje de estar despedido.

El Madrid emitió ayer una escueta nota pública para confirmar el adiós del que durante los tres últimos años fue su entrenador. En el comunicado, Valdano señalaba que el club pretende 'trabajar en un proyecto que vuelva a captar el interés y la ilusión del madridismo', amén de valorar la labor de Scariolo. Por su parte, el técnico, en otra nota, indicaba que dejaba los análisis para más adelante.

El caso es que ayer, en una comida entre el director general y el entrenador, se fraguó el despido. El Madrid, en su intento de renovar de arriba a abajo la plantilla, había ido anunciando con cuentagotas los diferentes despidos decididos por Scariolo: Djordjevic, Herreros, Struelens, Vukcevic, Toñín Llorente, Attruia... Sólo la presencia de Herreros en ese grupo producía sorpresa. Más que nada, porque tenía contrato en vigor.

Scariolo comunicó personalmente a Herreros el 21 de junio que no contaba con él, en el transcurso de una conversación subida de tono. Por entonces, el italiano compaginaba el cargo de entrenador con el de director de la sección. Herreros, al que quedaba un año de contrato, dejó que fuera su representante quien negociara la baja, eso sí, sin rebajar la indemnización que debía recibir, y que asciende a medio millón de euros.

Cuatro días después de que anunciara a Herreros su despido, Scariolo dejaba de ser el director de la sección; y una semana después, ayer, dejaba de ser el entrenador. En ese periodo de tiempo, Herreros, que está de vacaciones en la playa, no ha recibido una sola llamada del club.

El adiós del alero era una decisión personal de Scariolo. Uno de los argumentos que alegó el Madrid para cambiar casi por completo su plantilla, además de los resultados cosechados, era su intención de ahorrar. Y los rectores del club no ven muy claro qué ahorro se produce si se le paga a un jugador el sueldo de un año para que se vaya a otro equipo de élite (en la mesa de Herreros descansan ofertas, entre otros, de Unicaja).

Discrepancias de ese tipo han llevado al Madrid a prescindir de Scariolo. Ahora, ambas partes negociarán un despido que le puede salir oneroso al club. El sueldo anual de Scariolo sólo como entrenador, ya sin los 480.000 que recibía como director de la sección, se acerca a los 720.000 euros. Y tiene dos años de contrato. No sin sentido del humor, Herreros encajaba ayer todas estas noticias 'como algo alucinante'. El jugador decía no entender nada y aseguraba tajante: 'A día de hoy, yo sigo siendo jugador del Real Madrid'.