Aznarín ya no ríe
(Resumen: El pequeño y estudioso Aznarín ha perdido la risa, se ha vuelto embusterillo y utiliza mucho el adverbio francamente. Su preceptor, un tal Fraga, es el verdadero muñidor de una merienda reparadora con los amigos más íntimos, todos emparentados con la gran familia. Aznarín ha inventado un juego de fútbol-rol contra andalusíes, moritos y negritos).
-¿Cómo se llama? -quiso saber el pequeño Pío, que ya apuntaba maneras a enterarse de todo, para poder desinformar convenientemente.
-Se llama... -fingió vacilar el futuro estratega-. Se llama PP.
-¿PP? -repitió Enriquito, aspirante a velar por las esencias, desde el origen, y como ya queriendo interpretar al líder.
-Francamente... -volvió Aznarín a ejercitar su táctica favorita, la paradiña- ... no os lo diré. Tenéis que descubrirlo.
-¡Yo lo sé! -se disparó Jesusín-: ¡Patria Perfecta! -Frío frío...
-¡Prohibido Pensar! -enfatizó Fernandito -Frío, frío...
-¡Pensamos Privatizar!- se alegró Margarita. -Frío, frío...
-Anda, porfa, dínoslo -rogó Anita, zalamera.
-Que no, que no -se resistía el muchacho-. Para saberlo hay que jugar. Y hay que llegar a Sevilla. Es todo lo que puedo deciros.
En aquel momento sonó el timbre de la residencia. Al poco, compareció el tal Fraga, diciendo:
-Es el tío del señorito Jaime, que viene a llevárselo-. El aludido fue a incorporarse.
-No te vayas -rogó-ordenó Aznarín. Mas fue inútil. La autoridad de esa rama de la familia se impuso, y el pequeño Oreja se marchó.
-Mejor. Esos son unos meapilas -musitó el preceptor.
-No digas eso, que es mi amigo -recriminó Adolfito.
-¡Basta! -cortó Aznarín-. Al juego. Y atención, que no pienso repetir. Se trata de acorralar a todos nuestros enemigos del Sur. Meternos en su terreno y no dejar que salgan del medio campo. El pretexto, un encuentro en Sevilla con nuestros aliados europeos. Con Tony, con Jacques y con Silvio en la punta del ataque, no podrán ni moverse. El primero, desde la posición de Gibraltar, meterá el primer gol. El segundo, que finge ser aliado del morito, dejará sin pesca a los andalusíes y les llenará las costas de indocumentados. El tercero, con sus potentes cañoneras, devolverá a todos los negritos al corazón de la selva. Los tres llegarán de un momento a otro. Ya veréis qué tíos-. Pero entonces sonó el teléfono. Fraga se puso al aparato. Tras escuchar atentamente, colgó e informó: -Los señoritos Tony, Jacques y Silvio no pueden venir. Se disculpan.
-Francamente... no lo entiendo -murmuró, apesadumbrado, el pequeño dragón.- Si teníamos previsto hasta lo de la presidencia permanente europea... -A Anita se le iluminó el semblante al oír esto y exclamó: ¡Ya lo tengo! ¡PP significa Presidente Permanente!- Aznarín, al sentirse descubierto, se puso rojo hasta las orejas. Pero entonces volvió a sonar el timbre. El preceptor compareció de nuevo, llevando de la mano a una pequeña rubia, con flequillo.
-Me he permitido invitar a la señorita Teo, para que ocupe el lugar del señorito Jaime. Le trae un regalo estupendo: un jamón pata negra, de inolvidable sabor.
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