Pisos y ratas
Vecinos de la zona de expansión de Jaén denuncian la proliferación de roedores
La zona norte de Jaén, la que se extiende en la prolongación del Paseo de la Estación, es el producto estrella de las inmobiliarias de la capital. Sin embargo, en ninguno de esos anuncios publicitarios se advierte a los futuros moradores de los pisos, que se venden a una media de 722 euros el metro cuadrado, de que entre el vecindario con el que tendrán que convivir se encuentran miles de ratas y otros roedores que pululan por las calles y aceras de esta zona residencial en la que habitan unas 10.000 personas.
'Las ratas no paran de reproducirse y parece que se mueven en esta zona a sus anchas', asegura José Francisco Ortega, presidente de la asociación vecinal Expansión Norte, un colectivo que desde su constitución, hace tres años, viene planteando al Ayuntamiento, de forma infructuosa, medidas urgentes para solucionar un tema que se ha convertido en una preocupación de salud pública en la barriada. De hecho, el profesorado del colegio Veracruz ha alertado en varias ocasiones sobre la amenaza que supone la existencia de estos roedores para los 800 alumnos del centro educativo.
Tanto los responsables vecinales como el propio Ayuntamiento han coincidido en el diagnóstico del problema, pero discrepan a la hora de plantear soluciones. Los roedores salen de los distintos colectores de aguas residuales que permanecen abiertos en la zona y que, según las explicaciones dadas por los responsables municipales de Obras, no pueden ser cerrados hasta la finalización del bulevar y de las excavaciones arqueológicas que realizan técnicos de la Consejería de Cultura tras la aparición de varios asentamientos de la Edad del Cobre y de época íbera.Y es que la zona de expansión Norte ocupa el eje central del yacimiento de Marroquíes Bajos, un poblado arqueológico con una superficie de más de 100 hectáreas que, desde junio de 1995, tiene incoado por la Consejería de Cultura expediente para su inscripción específica como zona arqueológica.
Los vecinos demandan que el Ayuntamiento extienda a esta zona su campaña de desratización, pero sobre todo urgen el embovedado de los colectores de los que emanan, además de ratas, malos olores y una gran plaga de mosquitos. 'Esperamos que el Ayuntamiento cumpla los plazos de entrega del bulevar y lleve a cabo una campaña de control de residuos sólidos y escombros en todos los solares públicos de esta zona', asegura el presidente de la asociación Expansión Norte, José Francisco Ortega, que extiende tal petición a la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), propietaria de un buen número de parcelas sin urbanizar en esta barriada.
A su juicio, resulta 'una paradoja' el contraste que se da entre el fuerte incremento inmobiliario en esta zona -con una subida acumulada en la última década del 94%, según el último informe de la Sociedad de Tasación del Ministerio de Fomento- con la proliferación de ratas, 'que han encontrado en este lugar su hábitat natural para reproducirse', sostiene Ortega.
Una por habitante
No hay un censo fidedigno al respecto, pero los técnicos en la materia estiman que en los países desarrollados hay una rata por habitante, según ha precisado el concejal de Sanidad del Ayuntamiento jiennense, Fernando Zaldúa. De ser así, en Jaén habría 115.000 ratas, o al menos esa era la cantidad que se presumía hasta que el Ayuntamiento puso en marcha hace medio año un plan de choque para la desratización de toda la ciudad. La campaña, que tuvo un mes de duración, concluyó con una eficacia más que aceptable, pues el balance hecho público por el Ayuntamiento hablaba de unas 30.000 ratas muertas. ¿Y cómo se conoce esa cifra?, le preguntaron los periodistas al concejal responsable de la campaña. 'Sencillamente por el número de cebos que fueron colocados y de los que hubo constancia que fueron utilizados', contestó Zaldúa, quien defendió la puesta en marcha del plan de choque, que se implantó con carácter de urgencia, 'para garantizar la tranquilidad de los vecinos'. Con todo, las autoridades locales negaron la existencia de ninguna plaga y resaltaron que los niveles de roedores existentes eran similares a la media de otras capitales. Sin embargo, los residentes del bulevar cuestionan la viabilidad de la campaña municipal, sobre todo porque, lejos de menguar, el número de roedores se hace cada vez más visible en la zona. La variedad predominante en Jaén es la de la rata negra, que se cree que fue traída a estos lares por los ejércitos de Napoleón. 'Es una rata fuerte y muy promiscua', dice el concejal jiennense de Sanidad, intentando buscar una causa a tan alto número de roedores. El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento jiennense puso en marcha otra campaña de desratización en los colegios de la capital jiennense. En este caso se han aprovechado los periodos vacacionales de los escolares para evitar los riesgos de la exposición de los productos químicos utilizados por la empresa Athisa, que fue la contratada para llevar a cabo los trabajos. La campaña se extendió a una veintena de colegios públicos de la capital y de la barriada de Las Infantas.
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