_
_
_
_
ZAPPING
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hijos del tomate

Ha salido un CD: Las sintonías de tu vida, la mejor música de la historia de TVE. Produce en quien lo escucha la sensación de que el tiempo transcurre más deprisa en la tele que en la vida. Las melodías parecen sonar desde la prehistoria. Pero cuando piensas en su fecha de composición (que no figura en el CD) te das cuenta de que son himnos relativamente recientes. Verano azul, Aplauso o la canción de ¿Qué apostamos?, pavorosa gracias al poderío de Ana Obregón y de Ramón García. O la sintonía de Con las manos en la masa, que nos descubre su doble fondo. Desde el remake de El cartero siempre llama dos veces, versos como 'Siempre que vuelves a casa / me pillas en la cocina / embadurnada de harina / con las manos en la masa' tienen un sentido parecido al de 'Cuate, aquí hay tomate'. El himno ideal para los cornudos.

Tomate budista

El programa En portada emitió una interesante entrevista de Vicente Navarro a Osel, el ex niño lama que, a sus 17 años, sigue atado a una religión que confesó no entender del todo, pero que resumió así: 'Hacer el bien a los demás o, como mínimo, no dañarlos'. En nombre de otro dios hay quien asesina. Incluso hay madres palestinas orgullosas de que, convertidos en mártires-bomba, sus hijos se ganen el cielo al grito de 'Que levante la mano quien se quiera salvar'.

Tomate frito

A Osel se le notaba triste, como si echase de menos el jamón alpujarreño de su infancia, cuando todavía no le habían tomado por una reencarnación. Y es que, como los champiñones de la sopa del anuncio, las reencarnaciones se ven y se notan. Las Ketchup, por ejemplo, estrellas en Benidorm, son la reencarnación de Las Grecas y participan de una revolución de los cánones de belleza que ya afecta a los anuncios de muñecas. Contra el físico imposible de las Barbie llega, por fin, la era de las Bratz, más realistas, idénticas a las chicas que compiten en Popstars.

Tomate concentrado

Al descubierto cerró temporada con un pinchazo: la secuela del escándalo de las misses ful. Brilló la labia del letrado Trillo, que nos regaló su gestualidad expansiva, digna de aquella estupenda serie de tribunales Turno de oficio. En Gran Hermano, mientras tanto, Óscar abandonó la casa para estar junto a su abuelo, que más tarde falleció. Tele 5 exprimió su aflicción. Éste es otro de los defectos de la televisión: elevar a categoría de gesta lo que sólo es un acto de sensatez. Además de la expulsión de Candi y de la entrada del guaperas Javier, se produjo el primer caso de insumisión. Noemí, ex de Gran Hermano, rompió la prohibición de acudir a Crónicas marcianas, creando así un pollo fratricida en una cadena en la que el kilo de concursante se cotiza menos que el de tertuliano marciano. Pero, como le contó el sabio Chicho Ibáñez a Pedro Ruiz, el primer mandamiento televisivo dice: entretendrás al prójimo. ¿A cualquier precio? No me respondan ahora: esperen a después de la publicidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_