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Reportaje:Mundial 2002 | España vuelve a caer en los cuartos de final

Seis lesionados en cinco partidos

La corte de fisioterapeutas no evitó que España fuera el equipo con más bajas

'No puede ser que millones de personas esperen un Mundial durante cuatro años y se encuentren con que las estrellas están todas agotadas o lesionadas'. La frase lapidaria de Franz Beckenbauer, ex capitán y ex seleccionador de Alemania, llegó ayer al corazón de España, que perdió por lesión a su mejor hombre, Raúl, justamente cuando más lo necesitaba.

Ni siquiera la legión de fisioterapeutas que la selección española se llevó a Corea -cinco- pudo frenar que sus jugadores fueran cayendo como moscas: Tristán, Raúl, Albelda, Luis Enrique, Helguera y Joaquín. Hasta con seis lesionados de distinta gravedad hubo de enfrentarse Camacho en los cinco partidos disputados, lo que debilitó al equipo de forma progresiva y determinante.

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El seleccionador quiso cuidar al máximo el estado físico de sus muchachos. De ahí que a los fisioterapéutas habituales -Senén Cortegoso, Raúl Martínez y Miguel Gutiérrez- se añadieran para el torneo dos profesionales solicitados por los jugadores: Raúl pidió a su hombre de confianza, Pedro Chueca, y los valencianistas recomendaron a José Ángel Ballesteros. Un preparador físico, Carlos Lorenzana, y un médico, Genaro Borrás, completaron el cuadro que veló por la salud de los futbolistas españoles.

Pero no hubo manera. El primero en caer fue Tristán, ante Eslovenia, por un esguince de tobillo. Los partidos ante Paraguay y Suráfrica se salvaron sin damnificados. El choque ante Irlanda, sin embargo, resultó calamitoso: Albelda, que se recuperaba de una dolencia, se marchó en la prórroga con una extrañísima lesión: torsión testicular; Raúl se lastimó el aductor -una baja que ante Corea resultó clave- y Luis Enrique acabó cojeando. Una historia que volvió a repetirse ayer, aunque en menor medida: se marchó de la prórroga Helguera, renqueante, y Joaquín acabó cojo. Y lo que es peor: Joaquín lanzó, mermado de facultades, el penalti que a España fuera de las semifinales. Todo ello sin contar con que hubo un futbolista, Baraja, que jugó con el tobillo muy inflado.

¿Las causas? 'El exceso de cansancio. No sólo físico, sino mental', explica el preparador físico José María Sanz. 'Los jugadores de las Ligas más competitivas llegan a estas alturas de junio muy cansados. El cuerpo protesta de este modo. No creo que sea una mala planificación de la selección, sino que ha habido lesiones en todas las grandes', añade Sanz. Y recuerda algunos casos: Ayala ni siquiera pudo debutar con Argentina por una lesión en un entrenamiento; Nesta se perdió el partido decisivo de Italia; Zidane llegó tarde para salvar a Francia; Beckham disputó a medio gas el campeonato para Inglaterra, que no pudo contar con Gerrard, centrocampista del Liverpool; Raúl...

¿Y Brasil? Rivaldo y Ronaldo son las únicas estrellas consolidadas que están brillando a su altura. Los brasileños, en los años de Mundial, tienen la mente puesta en este torneo meses antes de disputarlo. Además, ni Ronaldo, en el Inter, ni Rivaldo, en el Barcelona, se desgastaron demasiado. De las otras semifinalistas, en Corea del Sur y Turquía se disputan Ligas poco competitivas mientras que Alemania es un caso aparte, siempre la excepción a la regla.

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