'En el futuro los encierros no servirán'
En su primera reunión como mediador, José Chamizo planteó con crudeza que el Gobierno no concederá papeles a todos los encerrados. Sus palabras han despertado recelos entre los inmigrantes.
Pregunta. Parece nadar entre dos aguas en este conflicto.
Respuesta. Nado entre dos aguas y puede ser que me ahogue. Las posturas están muy encontradas, unos quieren papeles para 423 y el Gobierno no está dispuesto a entrar en ese diálogo de papeles para todos.
P. A los encerrados no les gustó en absoluto lo que dijo en su primer encuentro.
R. Yo lo comprendo. Era la primera vez que alguien les decía que el objetivo, tal y como estaba marcado, era imposible. Muchos encerrados pensaban que el Gobierno iba a darles papeles por el solo hecho del encierro. Les dije muy claro que me solidarizaba con ellos y su lucha, pero como mediador, por honestidad personal, tengo que decir la verdad.
P. Propone salidas diferenciadas.
R. Sí. Está en la posición más realista. Hay personas que tienen denegado el permiso por falta de contrato de trabajo, que creo que podemos conseguir alguno para el campo. Hay otro grupo que tiene hecha la petición de residencia pero le falta el permiso de trabajo, que a lo mejor también se puede conseguir; y hay otro grupo que sólo podrán lograrlo si van a su país a lograr un visado para volver con un contrato en origen. En algunos será imposible, pero en otros se podrá lograr.
P. ¿No considera legítimo que se encierren?
R. Me parece legítimo, pero ahora mismo tiene difícil salida. El momento no es el adecuado.
P. Mikel Azurmendi opina que los encierros son discriminatorios con los inmigrantes que tratan de regularizarse por vía reglamentaria. ¿Está de acuerdo?
R. Discriminatorio es todo, también la realidad diaria de los inmigrantes. Hay personas que están haciendo su documentación reglada y hay gente que lo ha intentado todo y sólo le queda esta herramienta de lucha, aunque en el futuro los encierros no servirán para nada.
P. ¿Y éste servirá?
R. Éste es el principio del fin.
P. El Gobierno puede pensar que si cede se multiplicarán.
R. No es mi problema si el Gobierno tiene que ceder o no, pero el Gobierno tiene que ver que cosas no han hecho bien. Hay demasiadas denegaciones y expedientes de expulsión que no están suficientemente motivados, yo pido que se revise esa situación. No hacen falta encierros, si no que se atiendan bien los recursos.
P. ¿Le parece una encerrona en vez de un encierro?
R. Es díficil decirlo, aunque mucha gente lo está diciendo. No hay tanta mala voluntad detrás como inoportunidad.
P. ¿Cree que los inmigrantes han sido manipulados?
R. El sistema de encierros ha funcionado hasta ahora porque había procesos de regularización abiertos, ahí es dónde empieza el engaño porque ahora con la Ley de Extranjería no hay muchas posibilidades salvo para los que tienen el procedimiento vivo. Si hay un proceso de regularización abierto tú puedes hacer un encierro, pero no puedes decir que habrá papeles para todos cuando hay gente que cumple los requisitos y se le está denegando.¿Es una manipulación? Depende, en principio da la impresión de que es una manipulación pero yo dejo abierta siempre la puerta de la buena voluntad.
P. Algunos inmigrantes le llamaban esta mañana el Defensor del Gobierno.
R. Si estoy en medio de dos grupos en una negociación tengo que decirle a uno lo que dice el otro. Ahí se confunden, yo estoy más al lado de los inmigrantes que de la Ley de Extranjería, pero una cosa es mi pensamiento y otra la mediación. Un defensor tiene que defender los derechos humanos, entre los que está el derecho a emigrar, pero el mediador está entre dos partes y no puede mentir a ninguna para llegar a un sitio intermedio. Aquí los maximalismos no sirven, lamentablemente.
P. ¿Dejará la mediación si los inmigrantes pierden la confianza en su papel?
R. Estaría encantado de que hubiera otro mediador más eficaz que yo, que siempre tendría mi apoyo. Me mueven los inmigrantes, no el protagonismo ni el interés, pero si soy mediador digo la verdad a las partes.
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