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Un incendio devasta dos naves industriales en Colmenar Viejo

El siniestro se inició en un almacén de bidones con material inflamable

Esther Sánchez

Un espectacular incendio arrasó ayer dos naves industriales de un polígono de Colmenar Viejo. Las llamas se desataron en el almacén exterior de una de las dos empresas, donde se guardaban bidones con materiales altamente inflamables para fabricar productos de cosmética. Diez dotaciones de bomberos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid tardaron unas ocho horas en controlar el fuego, que destruyó los dos edificios.

Las llamas se cebaron con dos empresas ubicadas en el polígono industrial Sur de Colmenar Viejo, en la calle del Oro de la localidad. Los interiores de las dos naves siniestradas quedaron reducidos a cenizas y con las estructuras muy dañadas. En el siniestro no se produjeron víctimas, aunque un bombero tuvo que ser atendido por quemaduras leves en una mano.

A las 4.15 de ayer, un vigilante de seguridad de otra empresa situada en las inmediaciones descubrió el humo que salía de una fábrica de cosmética y dio la voz de alarma. En pocos minutos, 14 dotaciones de bomberos -10 de la Comunidad y cuatro del Ayuntamiento de Madrid- desplegaron sus efectivos alrededor de la primera nave incendiada. Pero los bomberos no pudieron impedir que las llamas se propagasen por el local, de unos 6.000 metros cuadrados, y que prendiese en otra colindante, que, paradójicamente, fabrica telones ignífugos para escenarios. Esta última, de unos 1.500 metros cuadrados, quedó también totalmente destruida.

El fuego comenzó en una zona donde se almacenaban bidones con alcoholes y otros productos utilizados en la elaboración de cosméticos. Las llamas pasaron después al interior del edificio y acabaron con todo. 'No se ha salvado ni un papel', se lamentaba uno de los empleados.

Fuertes explosiones

La extinción del incendio se complicó debido a que los bidones saltaban por los aires en medio de fuertes explosiones, relató un portavoz de Emergencias 112. Además, el hidrante -lugar donde enganchan los bomberos las mangas para cargar agua- más cercano se encontraba a unos 500 metros del lugar y no cargaba con suficiente rapidez. En teoría, con un hidrante en buen estado, cargar 5.000 litros de agua en una cisterna no debe costar más de seis o siete minutos, pero con éste se tardó 15 minutos.

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Más tarde, Protección Civil indicó a los bomberos lugares próximos para conseguir agua y evitar así que los camiones cisterna se aglomerasen en un solo punto.

Los trabajadores de las dos empresas calcinadas observaban con ojos llorosos en lo que se habían convertido sus centros de trabajo. 'Da mucha pena ver cómo ha quedado todo, convertido en un amasijo de hierros retorcidos', se dolía una de las empleadas afectadas. Otras dos trabajadoras de la segunda nave incendiada, sentadas a la sombra, contemplaban incrédulas los restos de su empresa. 'Mira, todavía se ven allí, en la grúa del interior, los paquetes con los telones que fabricamos el otro día', comentaba una de ellas.

Las estructuras de ambas naves han quedado tan dañadas que será imposible salvarlas: deberán ser demolidas.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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