Maragall afirma que la Cataluña interior es la más proclive al cambio
A falta del cierre previsto para hoy en Barcelona y después de un periplo de nueve mítines por toda Cataluña, el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, realizó ayer en Tarragona un rápido análisis del mismo a modo de augurio: 'Hay un deseo de cambio y habrá un rebrote del socialismo más poderoso que hace tres años'.
Maragall, que se reunió ayer con más de mil militantes de las comarcas de Tarragona, afirmó que su viaje, en el que ha reunido a más de 7.500 personas en diferentes actos, no obedece a necesidades de consolidar el voto socialista fuera del área metropolitana de Barcelona, sino a 'una intensificación de lo que ya se lleva haciendo hace dos años y medio'. El líder socialista imprimió ayer, de hecho, un tono victorioso a su discurso y aseguró que el PSC está analizando las interioridades de la organización de la Generalitat 'para no tener que pasar un año aprendiendo a gobernar'.
El líder socialista, que ayer visitó diferentes zonas de Tarragona y se reunió con la militancia del PSC en la una comida popular en el puerto de la ciudad, se manifestó muy satisfecho del resultado del viaje, del que aseguró: 'Me ha permitido captar que hay más ganas de cambio de las que me esperaba, pensaba que tenía que hacer una tarea de precursor mayor', y manifestó que tras años haciendo 'un ejercicio de humildad y modestia' en la oposición, los socialistas disponen ahora de mayor número de proyectos que el Gobierno de Convergència i Unió.
Política familiar
Maragall no abandonó en Tarragona los ejes básicos de lo que viene siendo su discurso y se refirió nuevamente a la necesidad de articular políticas familiares 'para que el precio que pagan las mujeres por trabajar no sea no tener hijos'. Uno de los aspectos centrales de su alocución frente a los militantes fue el referido a la inmigración, de la que aseguró que para que no se convierta en un problema hay que invertir en los barrios y dignificarlos, crear lugares de trabajo y llevar a cabo políticas de integración en las escuelas. Maragall, que recordó que esta cuestión no se resuelve con teoría, valores o principios, 'con una derecha que no hace nada, pero sí con una izquierda que tiene valores y hechos', vaticinó que con su gobierno no habrá problemas de inmigración -'lo tenemos todo preparado', dijo- y atacó al Gobierno convergente por aceptar una Ley de Extranjería insuficiente.
El líder socialista explicó que al recorrer Cataluña desde el Pirineo hasta las comarcas del Ebro se ha encontrado con un país 'confiado, con empuje e ilusión, pero necesitado de un gobierno cómplice, que sepa escuchar y deje las puertas abiertas a la creación y la imaginación, no con un gobierno que les diga lo que tienen que hacer a sindicalistas, payeses y empresarios'.
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