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Reportaje:

Duelo en Marbella

Desencuentro entre las dos mujeres que protagonizaron la oposición a Gil

Cafetería del Parlamento andaluz, jueves a mediodía. La diputada verde adscrita al grupo socialista, Inmaculada Gálvez, comenta con un grupo de diputados del PP que por primera vez se siente poco arropada por los socialistas. Gálvez es la llave del gobierno PSOE-PA, que sólo con su apoyo tiene mayoría absoluta en la cámara. Su enfrentamiento con la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Marbella, Isabel García Marcos, hace que en el PSOE se vivan momentos de tensión, aunque Gálvez asegura que 'los problemas locales no tienen por qué interferir en el pacto' con los socialistas.

A pesar de sus diferencias, tienen cosas en común. García Marcos llegó al PSOE como independiente, aunque posteriormente formalizó su afiliación. Su relación con su partido no siempre ha sido buena; ha mantenido desencuentros con la ejecutiva provincial y con la Junta de Andalucía. En 1996 la Consejería de Salud la sancionó con dos años de suspensión de empleo y sueldo, y en noviembre de 2000 fue destituida como delegada de Personal en la Diputación de Málaga.

La edil ha visto recientemente recompensado su trabajo de oposición en Marbella con la inhabilitación de Jesús Gil por el caso camisetas, después de años denunciando en los tribunales las prácticas del ex alcalde. Eso ha consolidado su prestigio y ha llevado al PSOE a designarla candidata a la alcaldía de Marbella por cuarta vez.

Inmaculada Gálvez no tiene carnet del PSOE. Se define como independiente y es poco proclive a la disciplina partidista. Ha sido, con García Marcos, la cara visible de la batalla contra el gilismo en Marbella. La Asamblea Local de Los Verdes decidió en diciembre de 1999 su expulsión, resolución que fue revocada por el coordinador regional de la agrupación. Gálvez ha interpuesto más de un centenar de denuncias contra Gil, la mayoría como letrada de la Plataforma contra la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Marbella.

Sin embargo, ambas políticas llevan años intercambiando descalificaciones. Gálvez ha llegado a decir que le da 'más miedo García Marcos que Jesús Gil', y ha criticado el Plan de Innovación Estratégico promovido por la edil, que considera 'una forma de financiación irregular del partido'.

García Marcos no se ha quedado atrás, y ha acusado a Gálvez de pedir 40 millones de pesetas por retirar una denuncia urbanística.

La portavoz ecologista asegura que lo único que hizo fue solicitar judicialmente como abogada una indemnización de 180 millones de pesetas para una clienta en un caso en el que estaba imputado Gil. 'Tengo las manos limpias', dice la letrada, que afirma haber recibido muestras de apoyo de diputados y responsables de todos los partidos, incluido el PSOE. 'Sería una pena que por un problema local la política de modernización ecológica de Los Verdes se viera afectada', se lamenta. Gálvez planteará en las próximas semanas una demanda civil de protección del honor contra García Marcos. Mientras, el lunes presentará un acto de conciliación ante el juzgado para que el secretario del ayuntamiento se pronuncie sobre las declaraciones de la portavoz socialista.

García Marcos asegura que se limitó a repetir unas afirmaciones que el ex alcalde, Jesús Gil, formuló en un pleno, y que el secretario municipal le confirmó. 'Debe ser Gálvez quien explique a los ciudadanos por qué pidió dinero a promotores a cambio de retirar denuncias urbanísticas, no tengo nada que rectificar', zanja García Marcos, que anuncia una querella contra la diputada por sus insinuaciones de irregularidad. 'No le voy a tolerar ni a ella ni a nadie que diga que el PSOE de Marbella se financia ilegalmente. Es una indecencia política', agrega.

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