_
_
_
_
Mundial 2002 | Grupo E: Alemania salva el compromiso
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Klose, el goleador sigiloso

Miroslav Klose se está convirtiendo sigilosamente en la figura del Mundial. El máximo anotador de la competición, con cinco tantos, era casi un desconocido fuera de Alemania hasta que llegó a Japón. Es el único seleccionado germano que juega en el modesto Kaiserslautern. Acaba de cumplir 24 años, pero da la impresión de que acabará recibiendo la Bota de Oro de la FIFA al máximo goleador del torneo.

Ha anotado en los tres partidos de la fase inicial del Mundial y ayer demostró que también sabe crear goles para sus compañeros. El primer gol alemán no lo hizo él. Pero se lo presentó en bandeja a su compañero Bode. Avanzando hacia el área, aparentemente cercado por cuatro defensas cameruneses, Klose eligió el momento justo para soltar una diagonal tan perfectamente medida que Bode, solo ante el portero, no pudo fallar.

Más información
El círculo vicioso de López Nieto

El segundo gol fue la fotocopia de dos goles que había marcado Klose en partidos anteriores. Centros impecables del hombre que sí que se esperaba que sería la figura alemana, Ballack, colocados con tanta precisión que, con un mínimo de esfuerzo, Klose estira un poco la cabeza hacia adelante para marcar.

¿Será Alemania un candidato serio al título? A pesar de haber marcado mucho más goles que cualquier otro equipo -11 más que Francia, por ejemplo- y de haber concedido sólo uno, todavía levanta algunas dudas sobre su fiabilidad. Pero también es cierto que para ganar a esta Alemania lo primero que hay que hacer es cortar las líneas de comunicación entre Ballack y Klose, lo cual no será nada fácil para nadie.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_