Pere Esteve advierte que CiU pagará 'durante años' haber escogido al PP como aliado en Cataluña

Convencido de que la razón le ampara, el ex secretario general de Convergència Democràtica (CDC) Pere Esteve criticó ayer de nuevo que CiU haya preferido desde 1996 una alianza parlamentaria con el Partido Popular (PP) antes que con los independentistas de Esquerra Republicana (ERC). Esteve advirtió que para CiU va a tener 'consecuencias' ser los socios de la cada vez más contundente deriva 'conservadora, centralista y españolista' del Gobierno del PP. Sostuvo que estas consecuencias van a prolongarse 'entre dos y seis años' y lamentó que no haya conciencia de ello en las filas de CiU.

El planteamiento de Pere Esteve es justamente el contrario del que defendió hace una semana el líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, que es también el secretario general de CiU. Duran reprochó al sector más nacionalista de CiU que se sienta 'acomplejado' por la alianza con el PP y dedicó buena parte de sus discursos en el congreso de Unió a fustigar a Esquerra Republicana y a quienes en CiU persiguen sustituir el pacto con el PP por otro con ERC.

Esto es precisamente lo que Esteve defendió ayer de nuevo, en unas declaraciones a Europa Press. El ex secretario general de CDC sostuvo que el malestar existente en el seno de su partido no es fruto de ningún complejo, sino de 'un problema real'.

Pere Esteve participó ayer en el congreso de Coalición Canaria (CC), una fuerza de corte nacionalista que también está aliada con el PP. En este congreso reclamó el ejercicio de una acción de 'contrapeso' por parte de las fuerzas nacionalistas de Cataluña, Galicia, País Vasco y Canarias frente a la 'estrategia permanente del PP con objetivos conservadores y de corte españolista y centralista'.

Motivos no le faltaron. Pere Esteve, que ocupa un escaño como eurodiputado, mantuvo su posición contra la reforma de la Ley de Partidos y sostuvo que los diputados de CiU deberían haber votado en contra del proyecto y a favor de la emnienda a la totalidad presentada contra él por el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

También contraria a la del PP fue la posición defendida por Esteve en la crisis provocada por la carta pastoral de los obispos vascos sobre la citada ley de partidos. Además de opinar que la pastoral 'es impecable' y responde a 'nuestros elementos de cultura democrática', Esteve lamentó las 'desafortunadas críticas' lanzadas contra ella tanto por el Gobierno del PP como por el PSOE.

Esteve insistió en denunciar la escasa oposición de las formaciones nacionalistas a la política del presidente del Gobierno, José María Aznar, y consideró 'más necesaria que nunca' la Declaración de Barcelona, el intento de crear una alianza de fuerzas nacionalistas periféricas suscrito por CiU, el PNV y BNG que quedó congelado cuando el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, necesitó el apoyo del PP para su investidura.