La familia de un preso asesinado en la cárcel de Lleida pide indemnización a la Generalitat

La familia de un preso asesinado en una ducha de la cárcel de Ponent de Lleida reclama a la Generalitat una indemnización de 330.557 euros (55 millones de pesetas) como responsable indirecta del crimen. El fiscal, que también pide la condena de la Administración catalana por falta de vigilancia en el centro, solicita 20 años de prisión para el acusado, que pese a sus antecedentes violentos se hallaba en un módulo para internos de confianza.

La vista oral por este hecho, ocurrido el 13 de noviembre de 2000, comenzó ayer en la Audiencia de Lleida por el procedimiento del jurado popular. El único inculpado, Mario Casteras Aznar, de 41 años, reconoció por primera vez haber matado a Juan Jesús Iglesias Palero, de 32, con una barra de hierro para levantar pesas. La agresión se produjo en las duchas del gimnasio del módulo 7, destinado a reclusos no peligrosos o que disfrutan de permisos. Poco antes de este incidente, el acusado había recibido dos condenas de dos años y seis meses y de cinco años de prisión por agresiones a otros internos.

Casteras explicó que perdió el control de sus actos cuando vio que la víctima había recibido una carta de su compañera sentimental, también presa. 'Le pedí la carta y le dije que si no me la daba arreglaríamos el asunto de otra manera', dijo ayer con gran frialdad. Depués, según el fiscal, el acusado siguió a la víctima hasta las duchas, lugar al que no tienen acceso los funcionarios, y le asestó dos golpes en la cabeza. Iglesias cumplía una condena de cuatro años por robo y sólo le quedaba una semana para salir en libertad condicional.

En el juicio se ha utilizado por primera vez en Cataluña el sistema de videoconferencia para interrogar a un testigo encarcelado.