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COYUNTURA INTERNACIONAL
Columna
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¿Menos barreras en la banca europea?

La UEM ha traído consigo un incremento de la concentración del sector financiero. En el periodo 1998-2001, el volumen de las fusiones y adquisiciones bancarias en el seno de la UE aumentó un 65% en relación con el periodo 1990-1997. El hecho de que el importe medio de estas operaciones se haya multiplicado casi por tres entre ambos periodos refleja el elevado tamaño de las entidades involucradas. Sin embargo, este proceso ha tenido lugar fundamentalmente en el ámbito nacional. En los últimos cuatro años la proporción que las fusiones nacionales representan sobre el total de las fusiones bancarias no sólo no ha descendido, sino que ha aumentado ligeramente (de un 78% a un 80%).

Las políticas proteccionistas tienen un precio en términos de una menor competitividad internacional

Las dificultades para avanzar en las fusiones transnacionales pueden clasificarse en tres grandes bloques. El primero está relacionado con las mayores incertidumbres que siempre rodean los resultados de una fusión transnacional (margen de reducción de costes más limitado e incierto, dificultad en la estimación de las sinergias). El segundo comprende los aspectos que, a pesar del avance en el proceso de armonización, aún separan a los distintos sistemas financieros europeos (regulación, normas contables, preferencias de los clientes y productos financieros, culturas empresariales...). Por último, pero no menos importante, cabe destacar la actitud de algunos reguladores nacionales, que, bien desde la perspectiva de la política de la competencia, bien por motivos de supervisión prudencial, obstaculizan la toma de participaciones elevadas a los bancos extranjeros en su sistema financiero.

Este celo proteccionista tiene un precio elevado cuando conduce a una pérdida de competitividad internacional. El Parlamento italiano va a discutir a comienzos de este mes una propuesta de reorganización de la supervisión financiera en la que se incluye la transferencia de la vigilancia de la competencia bancaria desde la Banca de Italia hacia la Autoridad Italiana de la Competencia. Los autores del proyecto justifican el cambio por la oposición del banco central italiano a varios proyectos de fusión que han impedido a los bancos italianos tener una presencia en el panorama bancario europeo consistente con el importante peso económico de este país. En el contexto europeo, tal y como se desprende del Informe Anual sobre Competitividad de la UE, también parece detectarse un giro hacia una mayor flexibilización de las políticas de competencia comunitarias.

Esta reducción del intervencionismo en el sector financiero no es una condición suficiente, pero sí necesaria, para conseguir un sistema bancario europeo más eficiente en el medio plazo.

Carmen Hernansanz es economista jefe de Banca, Sistema Financiero y Nueva Economía del Servicio de Estudios de BBVA.

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