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La esperanza se llama Villena

La puesta en funcionamiento de la cárcel de Villena, que será inaugurada este verano, puede paliar los problemas de saturación de Fontcalent. Los sindicatos entienden que el centro de Villena es la 'única solución para los problemas de hacinamiento de la prisión alicantina', debido a la escasa motivación del Gobierno central para aumentar la plantilla de agentes, la capacidad o la partida presupuestaria destinada para Fontcalent.

El centro penitenciario de Villena llevará el nombre de Manuel Montesinos, un coronel del siglo XIX que humanizó el sistema carcelario español. La prisión de Villena ha costado 56,8 millones de euros, ocupa una superficie de 300.000 metros cuadrados y tendrá capacidad para unos 740 reclusos. La cárcel dispondrá de 12 edificios, con ocho módulos para hombres (de 72 plazas cada uno), uno de 41 plazas para mujeres y otro de 24 plazas para mujeres con hijos. Finalmente, otros dos módulos con 41 plazas cada uno para jóvenes.

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El Ministerio del Interior y la patronal del calzado de Villena negocian en la actualidad la contratación de reclusos. Se calcula que un 60% de los presos podrán trabajar y cotizar desde prisión.

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