Maragall promete una Cataluña 'policéntrica' en la que el Departamento de Agricultura estará en Lleida
Pasqual Maragall comenzó anoche en Lleida la gira que en tres fines de semana sucesivos le llevará a visitar las siete regiones en que proyecta organizar la Administración catalana y presentar sus propuestas para cada una de ellas. Hablando ante las 600 personas que acudieron a una cena mitin celebrada en el pabellón de los Campos Elíseos, Maragall expresó su determinación de configurar una Cataluña 'policéntrica', en la que Barcelona deje de ser la capital para todo. Y concretó esta propuesta renovando la promesa realizada ya en la campaña electoral de 1999 de trasladar a la ciudad de Lleida la sede del Departamento de Agricultura.
La experiencia de las últimas elecciones autonómicas y del ejercicio de la oposición desde entonces ha llevado a Maragall a incrementar su atención a la Cataluña no metropolitana. No sólo mediante un continuo viajar a los cuatro puntos cardinales del país para entrevistarse con todo tipo de representaciones sociales, sino también, como hizo ayer para Lleida, concretando propuestas para los distintos territorios.
En esa Cataluña 'en la que cada territorio sea reconocido como centro y nunca más visto como periferia', Maragall dibujó el papel de Lleida como enlace natural entre Cataluña y Aragón, pero también como centro de un nudo de comunicaciones con la costa, el Pirineo y Barcelona que la convierta en centro logístico de la Cataluña interior.
Esta función será el fruto, explicó, de la conexión de la ciudad con el puerto de Tarragona por Montblanc y con Girona por el Eix Transversal, a tres cuartos de hora de Barcelona con el AVE y más cerca del Pirineo con la mejora de las comunicaciones.
La tierras de Lleida han de aspirar, afirmó Maragall, a colocarse en la vanguardia de la Unión Europea en el ámbito de la agroindustria, un reto que sólo superarán si sustituyen 'el modelo de industrialización de bajo valor añadido por otro surgido de la colaboración activa entre las empresas, la Universidad y los centros de formación profesional'. 'Esto es lo que permitirá evitar sustos como los de Lear', dijo refiriéndose al cierre de la factoría de componentes para el automóvil de Cervera.
La presidenta del comité de empresa de Lear, Montserrat Palau, se encontraba entre los asistentes al acto. Estaba también el alcalde de la ciudad, Antoni Siurana, addemás de concejales, diputados y dirigentes socialistas. También acudieron a la cena algunos dirigentes de Unió de Pagesos y de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. Los asistentes rercibieron a Maragall poniéndose una careta con la efigie del líder socialista.
Tras dos años y medio como líder de la oposición, Maragall explicó que está firmemente convencido de que el principal problema de Cataluña es que 'está faltada de liderazgo y carece de la estrategia necesaria para afrontar el futuro'. El Gobierno, que debería ocuparse de resolver los problemas del país, afirmó, 'sólo trabaja para hacer propaganda a su candidato' en las próximas elecciones autonómicas.
Respecto a la cita con la urnas, Maragall dijo que ahora se siente 'más preparado para gobernar, mejor conocedor de la realidad del país y más animado para aportar nuevas ideas' que en la campaña de 1999, en la que la izquierda quedó a un solo escaño de la victoria.
'Estoy más dispuesto que nunca a encabezar una amplia coalición política y cívica que gane las elecciones municipales y autonómicas de 2003', aseguró. Maragall pidió a todos los asistentes una 'implicación activa' para hacer posible 'la alternancia en el Gobierno que garantice la salud democrática del país', tras estar 23 años dirigida por el mismo presidente y la misma coalición.
La gira comenzada en Lleida continúa hoy en La Seu d'Urgell y mañana en Girona, con sendos almuerzos mitin en los que el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat desgranará también sus propuestas para el Pirineo y la provincia de Girona.
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