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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El trato de Iberia

Un grupo de 44 jubilados solicitamos al Inserso disfrutar vacaciones para mayores en Guardamar del Segura (Alicante). Teníamos que salir de Sevilla a las 18.00 horas del día 15 de abril, en Iberia. Salimos de casa a las 16.00 horas para el aeropuerto. Embarcamos. Después de una hora aproximadamente, ya dentro del avión, se nos notifica que hay una avería y que tenemos que bajar. Después de unas horas de espera nos comunican, sin indicar hora, que iríamos a Madrid, donde pasaríamos la noche, que ya tenían alojamiento y que al día siguiente saldríamos para Alicante. Nos acoplaron en un avión que salió hacia Madrid sobre las 22.00 horas.

Cuando llegamos a la capital, sin ofrecernos ni un simple café, sólo los caramelos de rigor, nos sorprendieron embarcándonos en otra nave para Alicante, aproximadamente a la 1.00 y sin probar nada. En Alicante, al igual que en todo el trayecto, no había nadie esperándonos. No estaba el autobús que tenía que llevarnos al hotel Campomar de Guardamar. En comisaría y nos aconsejaron que hiciéramos la reclamación pertinente. La hicimos. Un policía, viendo el estado de desolación en que nos encontrábamos, llamó al hotel notificando nuestra situación. El hotel contestó que el autobús había estado en el aeropuerto a la hora convenida de llegada, sobre las 20.00 horas, y al no vernos se marchó, pues le habían notificado que no llegaríamos de Madrid hasta el día siguiente. Dijeron que tratarían de conectar con el conductor del autobús.

Otra larga espera y sin que nos ofrecieran ni café. Llegó el autobús y cuando llegamos al hotel Campomar eran las 4.30 de la madrugada. El recepcionista del hotel nos dijo que la cocina estaba cerrada. El vigilante nos consiguió algo de jamón de york, un poco de queso y unas naranjas. Pudimos acostarnos sobre las 5.00.

La mayoría sobrepasamos los 70 años, sujetos a una medicación severa complementada con la cena. Nos acostamos temprano y no somos trasnochadores. Creemos que no nos merecemos este trato de una compañía de la importancia de Iberia; hemos sido humillados, despreciados y vapuleados sin considerar que, debido a nuestra edad podíamos haber desembocado debido a este trato en males de mayor importancia.

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